El Parlamento de Georgia convoca elecciones presidenciales para el cuatro de enero

Las elecciones presidenciales de Georgia serán el próximo cuatro de enero, 42 días después de la dimisión de Edurard Shevardnadze motivada por las protestas ciudadanas que le acusaban de fraude en las elecciones parlamentarias del dos de noviembre. Hoy el Tribunal Supremo ha confirmado que esos comicios fueron fraudulentos.

Los diputados elegidos en 1999 han votado la fecha de los comicios por 155 votos a favor y ninguno en contra. A la sesión extraordinaria convocada por la presidenta interina han acudido 169 diputados de los 235 que componen el Parlamento. Las elecciones presidenciales tenían que celebrarse como mucho 45 días después de la dimisión de Shevardnadze motivada por la movilización ciudadana que se ha llamado la revolución de terciopelo y que terminó ayer al amanecer sin que se registraran incidentes de importancia.

La sesión parlamentaria extraordinaria deberá debatir esta tarde también la convocatoria de unas nuevas elecciones para elegir diputados, ahora que el Supremo ha anulado las últimas de forma "inapelable". La anulación de los resultados se refiere a las listas de partido, que afectan a 150 de los 235 diputados, aunque no a los 85 escaños elegibles por circunscripciones mayoritarias. Ahora es preciso, con un dictamen meramente formal, que el Tribunal Constitucional ratifique la decisión de la Corte suprema sobre estos comicios.

La organización no gubernamental Fair Elections, una de las que interpuso una demanda por fraude en las elecciones, ha anunciado que se querellará ahora contra los responsables de la Comisión Electoral Central para que sean juzgados por lo criminal, según ha explicado Zurab Chiaberachvili, portavoz de la ONG. La Comisión Electoral retrasó durante semanas la publicación de los resultados electorales. Cuando los dio a conocer, sus resultados, que daban la victora al partido de Shevardnadze, no tenían nada que ver con los recuentos paralelos de las ONG.

Economía al borde del colapso

La presidenta en funciones, Ninó Burdzhanadze, está ya trabajando con el equipo de Sheverdnadze, ya que no puede destituir a ningún cargo hasta que no se celebren las elecciones. No obstante, el ministro de Estado y número dos del Ejecutivo de Shevardnadze, ha presentado hoy su dimisión "para no agravar la situación en el país y evitar la confrontación en la sociedad georgiana". Esta renuncia se suma a la presentada por el titular del Interior, Koba Narchamashvili, anoche con los mismos argumentos.

Burdzhanadze ha denunciado que el país se encuentra al borde del "hundimiento económico". La presidenta en funciones ha asegurado que quiere colaborar con el equipo de Shevardnadze, aunque también ha subrayado que "deberán tomarse un cierto número de medidas radicales para no permitir que la situación económica siga deteriorándose". Asimismo, la presidenta ha precisado que las autoridades tienen "intención de solicitar ayuda financiera de la comunidad internacional".

En su discurso ante el Parlamento antes de votar la fecha de las presidenciales Burdzhanadze ha asegurado que está segura de que tras las elecciones van a "construir las bases de una Georgia democrática".