El Parlamento alemán aprueba la polémica reforma laboral de Schröder

El canciller alemán, Gerhard Schröder, ha obtenido en el Bundestag (la cámara baja alemana) el apoyo prácticamente cerrado de sus filas a su polémica ley laboral, pero la oposición ya ha anunciado que lo rechazará en el Bundesrat (la cámara alta), donde tiene mayoría.

Tras una accidentada votación que necesitó de una repetición por haberse mezclado contenidos de dos urnas, se produjo el tan anhelado [por el canciller, que condicionó la permanencia en el cargo a la obediencia de su coalición] respaldo de los socialdemócratas y verdes, salvo la abstención de Werner Schulz, y el rechazo de la oposición.

Obligados a aceptar un empleo

En los pasillos del Parlamento, Schulz reiteró que la reforma laboral, a su juicio, no sólo no ayuda a crear empleo sino que es perniciosa para la economía y el consumo, puesto que empobrece a los más desfavorecidos.

En líneas generales, la nueva ley propone equiparar a los parados de larga duración con los perceptores de asistencia social, a los que además se exigirá aceptar cualquier puesto de trabajo pero no por debajo del mínimo habitual en su sector y región, como se preveía en principio.

Desempleados 'crónicos'

En la categoría de desempleados crónicos se incluirá a quienes hayan agotado el periodo máximo de las prestaciones plenas de desempleo, establecido en un año y ampliable a 18 meses para los mayores de 55, cuando el tope estaba ahora en 32 meses. Se pretende, asimismo, agilizar el funcionamiento de las oficinas de empleo, que deberán mediar en las ofertas de trabajo.

Se suprime la obligatoriedad de que padres e hijos deban financiarse mutuamente en caso de desempleo de larga duración y se suaviza la computación del patrimonio del desempleado crónico en el subsidio.

La ley prevé que sólo cobrarán la mensualidad de 345 euros en el oeste y 331 en el este, al margen de ayudas a la vivienda, ropa y otros enseres, aquellas personas en situación de desempleo prolongado realmente necesitadas. Los ahorros o el patrimonio se deducirán de la ayuda, salvo unas ciertas cantidades que quedan exentas. Entre las exenciones figuran, además, los fondos de pensiones.