Al menos 18 muertos y 60 heridos en un atentado suicida en Israel
Una 'kamikaze' de la Yihad Islámica se ha inmolado en el interior de un concurrido restaurante en Haifa.- Un ministro de Ariel Sharon apuesta por asesinar a Arafat
La calma de las dos últimas semanas en Israel ha saltado hoy por los aires. Una suicida palestina se ha inmolado a primera hora de esta tarde en el interior de un restaurante en la ciudad portuaria de Haifa, al norte de Israel. Al menos 18 personas han muerto, entre ellos tres niños y un bebé, y más de 60 han resultado heridas, según el último balance ofrecido por la policía israelí.
El atentado se ha producido escasos minutos después de las dos de la tarde en el restaurante Maxim, situado cerca de la entrada sur de la ciudad y propiedad de árabes-israelíes, muy concurrido en ese momento. La kamikaze se ha inmolado en su interior, dejando el local prácticamente destruido. De los 60 heridos, uno de ellos se encuentra en estado crítico y otros cinco en estado grave, por lo que los muertos podrían aumentar.
La autora de este nuevo atentado es Anadi Yaradat, de 29 años, una abogada que ha querido vengar la muerte de un hermano y de un primo en un choque con el Ejército israelí en Yenín, han informado esta noche fuentes de la Yihad Islámica, la organización que se ha declarado autora de esta sangrienta acción.
Un jefe de la policía israelí ha confirmado que poco antes de la explosión se produjeron algunos disparos. Aparentemente la terrorista disparó contra el guarda de seguridad que se encontraba en la entrada del establecimiento.
El atentado ha llegado en medio de una situación de máxima alerta por la celebración de la festividad judía del Yom Kipur. De hecho, las fuerzas de seguridad israelíes habían impuesto el cierre de los territorios palestinos hasta el final de las fiestas.
"Necesitamos asesinar a Arafat"
Como siempre que un atentado convulsiona la vida política israelí, el Ejecutivo de Ariel Sharon ha salido en tromba contra el veterano presidente palestino, Yasir Arafat, recluido en las oficinas de la Autoridad Palestina en Ramala. El Gobierno hebreo apuesta desde hace meses por la expulsión de Arafat de los territorios palestinos, pero la oposición de Estados Unidos ha dejado, por el momento, la medida en suspenso. Tras el atentado de esta tarde, el ministro de Ciencia y Tecnología, Eliezer Sandberg, ha dicho sobre el presidente de la ANP: "Necesitamos deportarle o asesinarle".
En el lado palestino, el primer ministro, Ahmed Qurei, ha hecho un llamamiento para que cesen de inmediato los atentados contra objetivos civiles israelíes. El atentado ocurre un día después de que Hamás advirtiera que el muro que está construyendo Israel en Gaza no evitaría que sus militantes se infiltraran en Israel para cometer nuevas acciones suicidas.
El presidente estadounidense, George W. Bush, se ha apresurado a condenar el atentado. "Este despreciable ataque subraya de nuevo la responsabilidad de las autoridades palestinas en la lucha contra el terror, que sigue siendo el principal obstáculo para lograr que dos Estados vivan juntos, frente a frente, en paz y seguridad", ha añadido.
El último atentado suicida en Israel tuvo lugar el pasado 9 de septiembre en el bar Hilel de Jerusalén, en el que perdieron la vida nueve personas.
Soldados israelíes matan a un niño palestino en Tulkarem
Poco después del atentado de Haifa, un niño palestino de nueve años ha muerto por disparos israelíes en el campo de refugiados de Tulkarem, en el norte de Cisjordania, han informado fuentes de la seguridad palestina. La muerte del pequeño ha ocurrido después de que una unidad del Ejército israelí penetrara en el campo y abriera fuego contra tres miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, matando a uno de ellos, han agregado las mismas fuentes. Los otros dos activistas han logrado huir, pero el niño, que pasaba cerca del lugar, ha muerto por heridas de bala en el pecho.
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