Irán advierte a Bush y Putin de que no cederá en su derecho a dotarse de tecnología nuclear
El presidente ruso coincidió ayer con el estadounidense en que Irán debe abandonar su programa de armas nucleares
Irán rechaza transigir en su derecho a la tecnología nuclear y al enriquecimiento de uranio, según ha advertido esta mañana el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, en respuesta al mensaje lanzado ayer desde Camp David por los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y Rusia, Vladímir Putin.
"Irán no aceptará ningún acuerdo sobre su derecho a la tecnología nuclear y al enriquecimiento" de uranio, ha declarado a la prensa Hamid Reza Assefi. "No buscamos lograr armas de destrucción masiva, nuestras actividades (nucleares) son transparentes", ha reiterado el portavoz de Exteriores tras las declaraciones realizadas ayer sábado por Bush y Putin.
Ambos dirigentes coincidieron en pedir a Irán y a Corea del Norte que abandonen o desmantelen sus programas de armas nucleares, pero Putin dejó claro que se mantiene la cooperación nuclear con Teherán. En los mensajes a Pyongyang y Teherán, Bush fue explícito: "Instamos enérgicamente a Corea del Norte a que concluya sus programas nucleares completamente y de manera verificable.
Las advertencias de la AIEA
Instamos enérgicamente a Irán a que cumpla por completo todas las obligaciones impuestas por el tratado de no proliferación nuclear". Bush aseguró que Putin y él comparten el objetivo de que "Irán no tenga armas nucleares" y que trabajarán juntos para convencer a Teherán de que "abandone cualquier ambición" en ese sentido.
Pero Putin fue un poco más ambiguo: "Estamos convencidos de que debemos dar una señal clara, aunque respetuosa, a Irán sobre la necesidad de que continúe y amplíe su cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica". Y a la hora de saber si Rusia está dispuesta a interrumpir su contrato de 800 millones de dólares para construir una central nuclear en el sur de Irán, Putin sólo dijo: "En cuanto al actual trabajo, vamos a seguir con ello".
La Agencia internacional de energía atómica (AIEA), preocupada por la posibilidad de que Irán desvíe secretamente uranio para fines militares, le pidió el 12 de septiembre que suspenda toda actividad de enriquecimiento de uranio.