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LA SITUACIÓN EN ORIENTE PRÓXIMO

Israel aplaza el destierro de Arafat por presiones de Estados Unidos

El Gobierno de Ariel Sharon solicita al Ejército un plan para deportar al presidente palestino.- Al Fatah llama a los palestinos para que se conviertan en escudos humanos

El Gobierno de Ariel Sharon ha estudiado hoy desterrar de Israel al presidente palestino, Yasir Arafat, al que considera un obstáculo para la paz en Oriente Próximo. La conclusión es que por ahora no lo hará por presiones de Estados Unidos, pero ha aprobado la deportación y ha solicitado al Ejército que diseñe un plan para ejecutarla. En las oficinas del líder palestino en Ramala sus hombres colocan sacos de arena y barricadas en previsión de un posible ataque israelí. Tras conocer la decisión israelí, el candidato a la jefatura del Gobierno, Ahmed Qurei, ha dicho que "la región explotará si Israel expulsa a Arafat" y ha amenazado con suspender la formación de su nuevo Gobierno. "Nadie podrá echarme", ha asegurado Arafat desafiante. Preguntado sobre si abandonaría por su propio pie su cuartel general e Israel ha sido claro: "No".

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Israel ha sido contundente: "Arafat es un obstáculo para la paz, y hay que eliminar ese obstáculo". Igual o peor suerte correrán las organizaciones terroristas, cuyos militantes serán eliminados en ataques selectivos como los de las últimas semanas hasta que se rindan. La ofensiva política de Sharon contra Arafat ha sido respaldada por la prensa más derechista del país, (el Jerusalen Post solicita hoy al primer ministro en un editorial que lo mate), pero cuenta con el apoyo de tan solo el 38% de los israelíes, según una encuesta de la radio pública. La primera reacción desde el exterior ha sido la del responsable de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Javier Solana, que ha expresado su "grave preocupación" por la decisión israelí y ha solicitado a Sharon que no tome decisiones que provoquen "una escalada de la violencia". Poco después, la Casa Blanca ha asegurado que expulsar al presidente palestino no es la solución para solucionar el conflicto.

Escudos humanos

El Ejército israelí ha ocupado esta mañana el edificio del Ministerio de Cultura en la ciudad cisjordana, situado a apenas 300 metros de las oficinas presidenciales en las que se ha atrincherado Arafat. En el piso más alto del edificio ha colocado un puesto de observación para vigilar la sede del Gobierno palestino, según ha confirmado el ministro de Cultura palestino, Ziad Abu Amr. Por la noche, más de un millar de palestinos han acudido al complejo para servir de escudos humanos en caso de ataque militar. Ante ellos, el presidente ha jurado que no se irá diga lo que diga Israel, mientras sus seguidores gritaban "¡Por nuestra sangre, por nuestra alma, te apoyaremos!".

El pasado domingo varios ministros del Gobierno se pronunciaron a favor de la expulsión del presidente palestino, Yasir Arafat, a pesar de los llamamientos en contra expresados por EE UU y la UE. El titular de Asuntos Exteriores, Silvan Shalom, planteó su deportación como algo "inevitable, dados los muchos años que lleva implicado en el terrorismo". Ese mismo día, el presidente palestino propuso como nuevo primer ministro para suceder al dimitido Abu Mazen al actual presidente del Parlamento palestino, Ahmed Qureia.

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Un día antes el Ejército israelí había intentado asesinar al líder espiritual del movimiento islamista radical Hamás, el jeque Ahmed Yasín. El pasado martes dos atentados suicidas quitaron la vida a 15 personas en Jerusalén y Tel Aviv; la respuesta israelí llegaba ayer con un nuevo ataque selectivo contra un líder de Hamás, en la que moría uno de sus hijos y su guardaespaldas.

Las oficinas del presidente palestino, rodeadas por chatarra a modo de barricadas.
Las oficinas del presidente palestino, rodeadas por chatarra a modo de barricadas.REUTERS
Arafat señala sobre su cabeza mientras sobrevuelan helicópteros israelíes.
Arafat señala sobre su cabeza mientras sobrevuelan helicópteros israelíes.EFE

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