Israel contiene la respuesta militar a los atentados y opta por la presión política

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha optado por presionar diplomáticamente a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para que desarticule a las facciones armadas, en lugar de responder militarmente a los dos atentados suicidas de ayer, que se saldaron con dos israelíes muertos y una docena de heridos.

Los medios comunicación israelíes informan hoy de que, a pesar de que Sharon se reunirá esta mañana con los jefes de las fuerzas de seguridad israelíes, incluido el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, el mandatario israelí ha decidido no responder con las armas a los ataques, que supuso de facto la ruptura de la tregua que mantenían las facciones armadas palestinas desde hacía seis semanas.

Mofaz, que regresó de EE UU debido a los atentados y que ya se ha entrevistado esta mañana con los representantes de las diferentes fuerzas de seguridad en una reunión previa, también ha expresado su compromiso de continuar con las negociaciones con los palestinos para evitar una escalada de la crisis, según han informado fuentes castrenses.

Otras medidas de castigo

Asimismo, la radio israelí ha señalado que Sharon se reunirá esta semana con su homólogo palestino, Abu Mazen, para tratar de impulsar la Hoja de Ruta, que atraviesa momentos críticos. En esta línea de presión política, Sharon ha declarado hoy a Le Figaro que los dos últimos atentados "confirman que la Autoridad Palestina no hace nada por combatir el terrorismo" y ha subrayado que "los palestinos se niegan a mantener sus compromisos".

Según un informe de los servicios secretos israelíes, Shin Bet, los ataques palestinos sólo ha disminuido ligeramente desde el alto el fuego unilateral, declarado el 29 de septiembre. Así lo expresó Sharon anoche en su reunión con el subsecretario de Estado de EE UU, William Burns, que hoy conversará en Aman con Abu Mazen antes de regresar a Israel. Sharon comunicó a Burns que es imposible avanzar en el plan de paz hasta que los palestinos no desarticulen "la infraestructura del terror", las facciones armadas.

A pesar de su intención de no responder militarmente, Sharon sí ha tomado una serie de medidas para castigar a la población palestina, como la cancelación de la puesta en libertad de unos 70 presos palestinos y el levantamiento de más puestos de control en Cisjordania. Mientras tanto, Israel continúa en estado de alerta máxima y los efectivos de seguridad se concentran en las entradas de las ciudades para interceptar cualquier intento de atacar objetivos israelíes.