El nuevo Gobierno iraquí fija como prioridades restablecer la seguridad y la economía

Jornada histórica en Bagdad. A las 11.40 de esta mañana (9.40 hora española) se ha reunido en Bagdad por primera vez el Consejo que liderará la transición en Irak. Sus 25 miembros -13 chiíes, 5 suníes, 5 kurdos, un cristiano y una turcomana- tendrán como misión reanudar la actividad política en el país y preparar unas elecciones. El Gobierno provisional ha fijado como prioridades restalecer la seguridad y reactivar la economía.

Su primera decisión, sin embargo, ha sido más simbólica: declarar festivo el 9 de abril, día de la caída del régimen de Sadam Husein. La medida ha sido anunciada por el ayatolá Mohamed Bahr al Ulum en presencia de Paul Bremer, administrador estadounidense en jefe en Irak, y de John Sawers, representante de Reino Unido en Irak. Paralelamente, el Consejo ha decidido también suprimir todos los días festivos instaurados por el Baas, antiguo partido gubernamental y que ha sido prohibido por la coalición.

La reunión ha tenido lugar en el antiguo ministerio de la Industria militar, supuesto centro estratégico para la producción de armas de destrucción masiva antes de la llegada de los inspectores de desarme de la ONU, que se produjo tras la guerra del Golfo de 1991. El edificio se encuentra además cerca del Palacio de la República, donde está instalado el cuartel general de la coalición anglo-estadounidense.

El Consejo tiene el poder de nombrar y revocar ministros, de designar a los representantes diplomáticos, de votar el presupuesto y de formar una comisión de ocho a diez miembros, en su mayoría juristas, encargada de preparar la futura Constitución de Irak. A su primera reunión el Consejo ha invitado, además de a Bremen y a Sawyers, all representante especial de la ONU para Irak, Sergio Vieira de Mello.