Los checos aprueban su ingreso en la UE con una abrumadora mayoría

Los ciudadanos de la República Checa han aprobado con una abrumadora mayoría el ingreso de su país en la Unión Europea (UE), en un referéndum vinculante celebrado entre ayer y hoy. El 77,3% de los votantes, según ha difundido la Oficina de Estadísticas, ha dicho 'sí' a la entrada de su país en la Unión de los 25, uniéndose de ese modo a los polacos, eslovacos, húngaros, lituanos, eslovenos y malteses, que ya dieron su aprobación en sus respectivos referendos.

Dos días de votaciones han servido para que el 55,21% de los electores llamados a las urnas emitiesen efectivamente su voto en la primera consulta popular organizada en el país desde su creación en 1993 como entidad independiente, junto a Eslovaquia, tras la división de Checoslovaquia.

La República Checa iniciaba a las 8.00 hora local (una hora menos en España) su segunda jornada del referéndum vinculante de ingreso en la Unión Europea, con la reapertura de los casi 15.000 colegios electorales del país. Los cerca de 8,5 millones de ciudadanos con derecho a voto que no acudieron ayer a las urnas han podido hacerlo hoy hasta las 14.00 hora local.

A diferencia de Polonia, que votó el pasado fin de semana, en la República Checa no es necesario alcanzar ningún mínimo de participación para validar el escrutinio. En cambio, el resultado de la votación es vinculante y refrenda la decisión tomada por los políticos el pasado 19 en Atenas, cuando se firmó el Tratado de Adhesión y se abrió las puertas a la mayor ampliación en la historia de la UE. Con ello, la República Checa se suma a Eslovaquia, Hungría, Lituania, Eslovenia y Malta, países en los que ya se han celebrado consultas similares con resultados también positivos.

Matrimonio de conveniencia

Ya anoche, los principales institutos de opinión del país daban por hecho el triunfo del sí y hoy, la prensa checa se felicita de forma unánime por este importante paso hacia la integración en la UE.

Sin embargo, muchos checos e incluso el propio presidente del país, Václav Klaus, consideran la adhesión más un "matrimonio de conveniencia" que una relación de "amor", aunque las instituciones del país trabajan desde hace tiempo con la vista puesta en la futura adhesión.