El presidente de Mauritania anuncia el fracaso de la intentona golpista

En una breve alocución, la primera que dirige a la nación desde que comenzaron los enfrentamientos entre las tropas leales y los militares rebeldes en Nuakchot, a primeras horas de la madrugada del domingo, el jefe del Estado ha asegurado que la situación está "totalmente controlada".

El intento golpista ha sido dirigido por Salah Uld Hnana, un coronel de la división acorazada que, según fuentes extraoficiales, fue expulsado del Ejército hace un año por su supuesta vinculación con los movimientos baazistas pro iraquíes.

El jefe del Estado mauritano, que ha aparecido en la televisión fatigado pero ileso, ha regresado ya al palacio presidencial de Nuakchot, la capital del país, que vuelve a estar custodiado por la Guardia Nacional. El palacio presidencial fue evacuado a primeras horas de la madrugada del domingo, cuando los rebeldes empezaron a disparar con armamento pesado contra el recinto, causando daños importantes.

Todavía no ha sido divulgado ningún comunicado oficial en cuanto al número de víctimas causadas por los combates, aunque los hospitales de Nuakchot han acogido desde que comenzaron los mismos a numerosos heridos, tanto militares como civiles.

Poco después de mediodía, miles de ciudadanos aprovecharon el final de los combates en Nuakchot para salir a la calle y expresar su apoyo al jefe del Estado. Numerosos vehículos con personas que gritaban eslóganes a favor del presidente, que portaban fotografías de Tayá y que hacían con los dedos el signo de la victoria salieron a las calles provocando grandes atascos.

Elecciones, el 7 de noviembre

Uld Tayá llegó al poder en diciembre de 1984 tras un golpe de Estado. Una vez instaurado el multipartidismo, ganó las elecciones presidenciales de 1992 y fue reelegido en 1997. Las próximas elecciones presidenciales están previstas para el 7 de noviembre y Tayá ya ha anunciado que se presentará otra vez.

Mauritania, un país musulmán muy poco poblado levantado sobre el desierto del Sáhara, se encuentra en la frontera entre el África negra y los Estados islámicos del norte del continente (el 30% de sus ciudadanos son negros y el resto árabes). La mitad de su población se encuentra por debajo del umbral de la pobreza. Tayá, muy próximo al Gobierno israelí (del que Mauritania recibe ayudas económicas), se ha caracterizado durante su presidencia por la represión a los islamistas radicales.