Las tropas especiales ya están en Irak
Los objetivos de los soldados son proteger los pozos de petróleo y detectar las defensas iraquíes
Tropas de élite estadounidenses operan en territorio iraquí desde hace más de un mes, preparando la futura invasión. El Departamento de Defensa confirmó ayer que "pequeñas unidades" de operaciones especiales realizan frecuentes incursiones hacia el interior de Irak y no se limitan, como sugirió el Pentágono días atrás, a la zona semiautónoma del Kurdistán. Los objetivos de los soldados de élite estadounidenses se centran en la protección de los campos de petróleo, la detección de las defensas iraquíes y la toma de contacto con posibles grupos de oposición.
Los portavoces del Departamento de Defensa confirmaron la información publicada ayer por The Washington Post sobre las actividades de los comandos, pero se negaron a hablar sobre la participación de la CIA en esas operaciones. En Afganistán fueron agentes de la CIA quienes asumieron la dirección de las incursiones clandestinas. En esa guerra, sin embargo, los objetivos principales consistían en localizar objetivos para los ataques aéreos y alquilar con maletines de dinero el apoyo de bandas tribales. En Irak, los objetivos son perfectamente conocidos y no hay bandas disponibles.
La estrategia del Pentágono será distinta a la utilizada en Afganistán y en la anterior guerra del Golfo. En esos dos casos, el ataque terrestre fue precedido de bombardeos masivos. Para la nueva guerra contra Irak se ha diseñado un plan que, según The Washington Post, no empieza por el aire, sino por tierra. La idea consiste en lanzar varias incursiones terrestres simultáneas para tomar el control de grandes porciones del país y cercar Bagdad, donde, según los analistas militares, se están concentrando las defensas iraquíes. Una vez completado el cerco, comenzarían los bombardeos masivos sobre la capital.
El general al mando de la invasión, Tommy Franks, viajó ayer a Washington desde su base en Qatar para reunirse con el presidente George W. Bush e informarle de los últimos preparativos. "Usaremos hasta la última onza de nuestro poder para derrotar a Sadam Husein", dijo Bush durante una arenga a las tripulaciones de varios buques anclados en una base naval de Florida.
El espionaje militar de EE UU dice haber detectado importantes movimientos de explosivos hacia el sur de Irak, donde se encuentran los mayores yacimientos de petróleo, y teme que Sadam Husein haya decidido incendiar los pozos para cubrir una retirada de sus tropas, como hizo en Kuwait en 1991. El Pentágono tiene más de 70.000 soldados en Kuwait, cuyo avance hacia Bagdad se vería entorpecido por los incendios. Una de las misiones de los grupos de élite que realizan incursiones estos días consistiría, según fuentes militares citadas por Reuters, en constatar la situación real de los pozos de petróleo y tomar medidas para evitar su destrucción.
Los planes estadounidenses sólo son concretos hasta la toma de Bagdad, previsiblemente cruenta para la población civil. Más allá se cuenta, al igual que en Afganistán, con la improvisación. Las promesas de "reconstrucción y democratización" no se apoyan en nada firme. "Estaremos en Irak todo el tiempo que sea necesario para localizar las armas prohibidas y sentar las bases para la creación de un gobierno estable, pero ni un día más", declaró el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, ante una comisión del Senado. El secretario de Estado, Colin Powell, dijo por su parte que los estadounidenses deben prepararse para "una larga estancia" en Irak.
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