Uno de los jefes de los inspectores niega que Irak haya violado la resolución de la ONU

El director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y no de los jefes de la misión de la ONU en Irak, Mohamed El Baradei, ha negado esta mañana que este país del Golfo haya violado por el momento la resolución 1.441 del Consejo de Seguridad de la ONU, que establece el régimen de inspecciones de armas al que debe someterse el régimen de Sadam Husein.

Esta opinión contradice la expresada tanto por Estados Unidos como por Reino Unido que, tras la presentación de los informes de El Baradei y de su colega Hans Blix ante el Consejo de Seguridad el pasado día 27, aseguraron que la falta de colaboración de Irak denunciada en el texto constituía una grave infracción de las órdenes de la ONU. Según El Baradei, el Consejo de Seguridad es libre de considerar que Irak ha incumplido una resolución pero los inspectores no lo harán a no ser que se produzca una violación grave.

Sin embargo, el director de la OIEA ha señalado, en declaraciones a la radio de la BBC, que los iraquíes "deben mostrar rápidamente que han cambiado de actitud, que tienen deseo de desarmarse sin ser obligados a hacerlo". "Este cambio psicológico es la clave y, si lo hacen, espero que tengamos tiempo de asegurarnos, mediante las inspecciones, de que Irak se ha desarmado", ha apuntado.

"Semanas, no meses"

El Consejo de Seguridad de la ONU tiene sobre la mesa desde el pasado lunes la solicitud de los jefes de la misión para que se amplíe el plazo para comprobar si Sadam Husein dispone de armas de destrucción masiva. En este sentido, El Baradei ha precisado que la misión necesita "varios meses" más. "Creo que en los próximos meses, probablemente en 4 ó 5 meses, deberíamos poder concluir que Irak no posee armas nucleares".

Esta postura contrasta con la que defiende la Casa Blanca, que hoy mismo ha recordado a la comunidad internacional que la diplomacia con Irak durará "semanas, y no meses". El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, ha asegurado que se está en "un momento crítico" y que la evidencia de que el líder iraquí Sadam Husein sigue engañando a la ONU "tiene el tamaño del monte Everest".

Por otro lado, el Gobierno chino ha exigido hoy "pruebas concluyentes" antes de lanzar una ofensiva contra Irak y ha tachado de "poco convincentes" las alegaciones presentadas ayer por el presidente George Bush. Según el editorial del diario en lengua inglesa China Daily, el órgano portavoz del Partido Comunista Chino, "Bush no presentó ninguna evidencia contra Husein, por lo que su alegato es indefendible". Para este diario, "las palabras de Bush parecían más un sermón evangelista que un discurso. Sin pruebas irrebatibles la comunidad internacional no se puede embarcar en una guerra de consecuencias imprevisibles".

En el mismo discurso, Bush anunció que el próximo día 5 su secretario de Estado, Collin Powell, presentará los informes secretos de que dispone sobre este país del Golfo que, según publica The Washington Post, no serán ni novedosos ni de peso. En todo caso, el canciller alemán, Gerhard Schröder, mantendrá su postura de rechazo a una intervención militar en Irak, independientemente de las pruebas que presente EE UU ante el Consejo de Seguridad. "Es una decisión de principios", contestó Schröder anoche en una entrevista con la primera cadena ARD.