Zapatero rechaza un ataque a Irak en su intervención ante la Internacional Socialista

Zapatero se ratifica en su "no" a la guerra. Ante sus colegas del Consejo de la Internacional Socialista, que se encuentra reunido en Roma, el secretario general del PSOE ha expresado hoy su rechazo al conflicto militar en la crisis con Irak y ha defendido agotar todas las vías diplomáticas posibles.

En su intervención en la primera jornada del consejo, Zapatero ha afirmado que "la única guerra posible es contra la pobreza y la miseria" y ha puesto énfasis en que "si en la agenda internacional prevalecen la seguridad, la defensa y el terrorismo, la pobreza y la justicia social quedarán en un segundo plano y se perderán años". Antes, en un encuentro con los corresponsales españoles en Roma, Zapatero ha dicho que la Internacional Socialista apuesta claramente por la vía pacífica en relación con Irak y que "no caben medidas unilaterales ni ataques preventivos".

Desde el punto de vista de la política interna, Zapatero ha lamentado que el presidente del Gobierno español, José María Aznar, no haya aceptado un debate en el Parlamento sobre la crisis iraquí y ha anunciado que, si se llega al conflicto bélico, su partido desea la presencia de Aznar en el Parlamento. En ese caso, ha asegurado "tenemos vías institucionales y es ahí donde llevaremos nuestra voz".

Globalización más justa

Pero la guerra no ha sido el único tema en el discurso de Zapatero. Ante los delegados asistentes al Consejo de la IS, el líder socialista ha hablado también de la globalización, sobre la cual ha afirmado que los progresistas deben esforzarse porque sea más justa y solidaria con los menos favorecidos. En este sentido ha afirmado que es necesario que los movimientos de capitales se sometan a reglas y que los Gobiernos democráticos tengan predominio sobre los grupos económicos poderosos en la actual coyuntura.

El líder socialista ha tenido palabras también para América Latina, a la que ha calificado de "continente derrotado por la globalización" y ha asegurado que las oportunidades que genera la mundialización sólo favorecen a los países que tienen una mínima fortaleza económica e institucional.

En este contexto, ha manifestado que la Internacional Socialista ha de ser "el referente básico de la izquierda" y ha abogado por un fuerte compromiso de sus miembros por los valores que la caracterizan. "De esa manera", ha afirmado, "seremos la esperanza de millones de personas".