Brasil celebra con esperanza la investidura de Lula da Silva como nuevo presidente

En medio de una gran expectativa nacional y regional, Luis Ignacio Lula da Silva, elegido presidente de Brasil en los comicios del pasado 27 de octubre, con más del 61 % de los votos, toma posesión de su cargo el primer día de 2003 en el Congreso de los Diputados de Brasilia, en un acto al que asististe el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, entre otros 300 invitados extranjeros.

Después de tres intentos fallidos, Lula, un ex líder sindical metalúrgico de 57 años, accede a la Presidencia en sustitución del social-demócrata Fernando Henrique Cardoso, cumpliendo así los sueños de la izquierda latinoamericana. Al frente del neomarxista Partido de los Trabajadores (PT), da Silva encandiló a más de 52 millones de brasileños y superó al delfín político de Cardoso, el ex ministro de Salud José Serra.

Lula es uno de los creadores del PT, una formación que nació en un seno eminentemente obrero: Sao Bernardo do Campo, una importante ciudad del cinturón industrial de Sao Paulo, el pulmón económico de Brasil. La fecha oficial de fundación es febrero de 1980, aunque en realidad había nacido dos años antes, cuando los trabajadores de las fábricas automovolísticas desafiaron al régimen militar y se declararon en huelga.

Gilberto Gil, ministro de Cultura

De los 26 ministros de su ecléctico Gobierno, 13 pertenecen al PT, y controlarán las principales carteras políticas, económicas y sociales; y siete representan a las formaciones aliadas, la mayoría de izquierda, como el Partido Comunista de Brasil (PCdoB), aunque también del conservador Partido Liberal (PL), del que es afiliado el vicepresidente electo y multimillonario industrial José Alencar. Incluso el cantante y autor Gilberto Gil, del Partido Verde, ocupará el cargo de ministro de Cultura.

Los restantes seis ministros no tienen partido, entre ellos tres empresarios con carteras importantes, como la de Industria y Comercio, encabezada por el líder empresarial Luis Fernando Furlán, mientras que la de Asuntos Exteriores y Defensa fueron entregadas a diplomáticos de carrera. Entre los ministros, hay cuatro de origen sindical y cinco que participaron activamente en organizaciones de izquierda durante el régimen militar (1964-1985), entre ellos los puestos clave de ministro de Hacienda para Antonio Palocci, portavoz de la política económica moderada, y de jefe de Gabinete para José Dirceu, encargado de las alianzas.

Al menos dos ministros tienen orígenes sociales como los de Lula. La ministra de Promoción Social, la afrobrasileña Benedita da Silva, creció en las favelas de Río de Janeiro y la de Ambiente, Marina Silva, no aprendió a leer y escribir hasta los 16 años, cuando era empleada doméstica. A pesar de la dominancia del PT en el Gabinete de ministros, Lula se preocupó de diseñar un equipo económico que pueda ganarse la confianza de los intranquilos mercados. Este grupo es liderado por Palocci y el presidente del Banco Central será un ex banquero, Henrique Meirelles.