Sharon prohíbe a Arafat asistir a las celebraciones de la Navidad en Belén

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha afirmado esta mañana que, por segundo año consecutivo, el presidente palestino, Yasir Arafat, no podrá participar en la misa de Nochebuena del próximo día 24 en Belén, que seguirá bajo la ocupación militar de Israel.

Sharon, que hizo el anuncio en la reunión semanal del Consejo de Ministros, ha indicado sin embargo que los cristianos de la comunidad árabe de Israel y los residentes en Cisjordania, Gaza y Jerusalén oriental sí podrán desplazarse a Belén. El jefe de las Fuerzas Armadas israelíes, general Moshé Yaalon, ha informado a los ministros de que las tropas que ocupan Belén no serán retiradas de esa ciudad, a ocho kilómetros al sur de Jerusalén, pero que el Ejército garantizará el acceso de feligreses y peregrinos y la seguridad durante los festejos.

Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), tampoco podrá participar en los festejos de la Iglesia Griega ortodoxa, la comunidad cristiana más importante de Tierra Santa, que celebra la misa de Nochebuena el 6 de enero en la Basílica de la Natividad -bajo su administración-, ni en la de la Iglesia Armenia, el 18 de enero.

El cerco del 'rais'

Belén celebró las fiestas navideñas bajo la ocupación militar desde que Israel ocupó Cisjordania en la guerra de 1967, hasta que la ANP, por los acuerdos de autonomía de 1995 con este país, tomó el control en esa y las otras ciudades palestinas.

En los primeros años de la autonomía, los festejos se celebraron en la Ciudad de la Natividad, donde vio la luz Jesús, según la tradición cristiana, bajo supervisión del Gobierno palestino y de sus organismos de seguridad. El presidente Arafat tampoco pudo participar el año anterior en la Misa del Gallo de los franciscanos, que se transmite a todo el mundo por televisión, pues estaba confinado por el Ejército israelí en su sede de la Gobernación de Ramala, la Mukata, en "castigo" por ataques de la resistencia palestina contra la ocupación militar.

Las tropas israelíes, que habían evacuado Belén en agosto pasado por un entendimiento con la ANP, volvieron a ocupar en noviembre último la ciudad, y varias poblaciones y dos campos de refugiados del distrito con más de 100.000 habitantes. La nueva invasión fue ordenada en reacción al ataque de un suicida de la resistencia islámica que salió de esa localidad y se inmoló en un autobús de Jerusalén, lo que causó once muertos civiles y decenas de heridos.