Palacio confía en una mejora de las relaciones con el nuevo Gobierno marroquí

A la espera de los resultados definitivos de las elecciones legislativas celebradas el pasado viernes en Marruecos, la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, ha señalado esta mañana en Bruselas que confía en que con un nuevo Gobierno en Rabat se alcance la mejora en las relaciones bilaterales por la que España trabaja desde hace tiempo.

En todo caso, los resultados todavía parciales divulgados anoche por el ministerio del Interior, Driss Jettu, no reflejan grandes cambios en el mapa político marroquí, a excepción de la fuerte subida de los integristas moderados. Anoche, tras varios aplazamientos y 48 horas después del cierre de los colegios, Jettu no pudo revelar la distribución final de los 325 escaños de la Cámara de Representantes (Cámara Baja) pero anunció el reparto de los 295 escaños locales, a falta del recuento de los 30 reservados a la lista nacional de mujeres.

El ministro justificó este retraso en los procedimientos de control y cálculo y anunció que el escrutinio "continuará todavía durante varias horas". Estos 30 escaños podrían introducir algunos cambios en la relación de los partidos más votados, ya que entre el primero y los que comparten la tercera plaza hay sólo siete escaños de diferencia.

Elección "libre y democrática"

Jettu dio cuenta de los resultados parciales, tras un preámbulo de 50 minutos en el que afirmó que el "gran vencedor" de las elecciones era "la democracia marroquí". "El pueblo marroquí se ha pronunciado de manera libre y democrática. Ha hecho oír su voz, expresado su elección en la transparencia y en una total regularidad, respondiendo a los llamamientos del monarca, que ha puesto en esta primera consulta un especial empeño", aseguró.

En este sentido, el rey Mohamed VI se había comprometido que iban a ser "honestas y transparentes" a diferencia de las fraudulentas de 1997, según reconoce la clase política. Pero la excesiva tardanza en el recuento de votos -con un 52% de participación frente a un 58,3 de 1997- y el hecho de que Interior no facilitara resultados parciales ha hecho resucitar algunos antiguos fantasmas.

Los resultados parciales vuelven a situar a la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) del primer ministro, Abderramán Yussufi, como el partido más votado, con 45 escaños, frente a 57 de 1997. Tras la USFP se sitúa su socio, el partido nacionalista del Istiqlal, con 43 escaños (32 en 1997). Los integristas moderados del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) se sitúan provisionalmente como tercera fuerza política del país, con 38 escaños, aunque comparten esta tercera plaza con los centristas de la Reagrupación Nacional de los Independientes, uno de los siete partidos que forman la actual coalición de Gobierno.

Estos partidos obtendrían la mayoría (163) al contar por el momento con 167 escaños, aunque no está claro que vayan a volver a aliarse. Sin embargo, la fuerte progresión islamista podría forzar una nueva coalición. Por su parte, el PJD, que se considera "vencedor moral" por sus excelentes resultados -partía de 14 escaños y sólo se presentó en el 62% de las circunscripciones- ha anunciado su negativa a entrar en el Gobierno por sus "divergencias" con la política gubernamental. Ahora, el monarca alauí debe encargar la formación de gobierno al partido más votado, lugar al que aspiran cuatro partidos, la USFP, el Istiqlal, el RNI y el propio PJD.