El Gobierno británico pagará a los solicitantes de asilo afganos que se vayan
Las familias que abandonen el Reino Unido voluntariamente percibirán hasta 3.900 euros
El Gobierno británico pagará a los solicitantes de asilo de nacionalidad afgana que decidan, voluntariamente, dejar el Reino Unido y volver a su país. La ministra del Interior, Beverley Hughes, ha anunciado que se ofrecerán 918 dólares en metálico (936 euros) a los individuos y 3.825 dólares (3.900 euros) a las familias.
Hughes, ha explicado que tendrán derecho a dicha subvención aquellas personas que vuelvan a Afganistán por decisión propia, y no las que tengan que ser deportadas. "El paquete ayudará a las personas a restablecerse de nuevo en Afganistán, las ayudará a asegurarse de que su regreso sea sostenible y les permitirá participar en la reconstrucción de su país", ha agregado Hughes.
El dinero estará disponible para los afganos que se encuentren en espera de una decisión con respecto a sus solicitudes de asilo y para quienes recibieron un "permiso excepcional" para permanecer en Reino Unido. El Gobierno, que destinará al plan un total de 1.224.000 dólares (1.248.000 euros), espera que el incentivo económico atraiga a unos 1.000 afganos que han solicitado asilo.
El mes pasado el Ministerio del Interior decidió que a partir de ahora los afganos ya no tendrán opción al "permiso excepcional", porque la situación en Afganistán se ha estabilizado. Durante el año 2001, 9.000 afganos solicitaron asilo en el Reino Unido, frente a 5.555 el año anterior. De esos 9.000, a 2.260 se les concedió el pedido, mientras que a 7.370 se les dio un "permiso especial de permanencia".
"Ayudar a la gente a regresar voluntariamente resulta mucho más barato que apoyarla mientras su solicitud de asilo es analizada y después hacer cumplir su regreso en caso de que la solicitud sea rechazada", ha agregado Hughes. El Ministerio del Interior se gastó la semana pasada 45.900 dólares (46.800 euros) en deportar a una familia afgana cuya solicitud de asilo fue rechazada.
El programa de retorno asistido, que empezará a implantarse este verano, cuenta con el apoyo del Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas, la Organización Internacional de Migración, la Embajada de Afganistán y las comunidades afganas en el Reino Unido.
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