El Supremo aplaza la decisión de juzgar a cuatro golpistas en medio de fuertes protestas
El TSJ designa a otro magistrado para presentar otra ponencia. -Tres personas resultan heridas a las puertas de la sala en enfrentamientos entre partidarios y detractores de Chávez
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ha aplazado su decisión sobre el antejuicio de mérito contra cuatro militares acusados de "rebelión militar" contra Chávez y de haber participado en el golpe de Estado del 11 de abril. El TSJ ha designado a otro magistrado para presentar una nueva ponencia, mientras partidarios y detractores de Chavez se enfrentaban a las puertas del tribunal.
La decisión de nombrar como nuevo ponente del caso al magistrado y presidente de la sala penal del TSJ, Alejandro Angulo Montiveros, se produjo tras una votación final en la que doce de los miembros del Supremo se abstuvieron y los ocho restantes votaron a favor de enjuiciar a los oficiales por el delito de "rebelión militar". Montiveros dispone a partir de hoy de un plazo de cinco días para presentar su ponencia al TSJ.
Los encausados, el vicealmirante Héctor Ramírez, el contralmirante Daniel Comisso, el general de división Efraín Vásquez y el general de brigada Pedro Pereira, como altos funcionarios del Estado, gozan del beneficio del "antejuicio de mérito", por el que debe ser el Supremo quien decida dar curso o desestimar la acusación de la Fiscal.
Polémica en el país
Esta decisión retrasa nuevamente el pronunciamiento de la más alta instancia judicial de Venezuela en un caso que ha provocado una gran polémica entre la población sobre la implicación de altos mandos del Ejército en el golpe de estado que durante 48 horas sacó del poder al presidente, Hugo Chávez.
Mientras la sala deliberaba, partidarios de Chávez se han enfrentado en las inmediaciones de la sede del TSJ con detractores del presidente, que pedían la exculpación de los militares. Tres personas han resultado heridas en los enfrentamientos. Mientras, efectivos de la Policía bloqueaban las calles adyacentes, desde donde provenían las amenazas de los chavistas, lanzando gases lacrimógenos y realizaban las primeras detenciones.
48 horas de infarto
Los hechos vividos en Venezuela entre el 12 y el 14 de abril se sucedieron de forma frenética y en algunos momentos, llegaron a ser esperpénticos. Dos días en los que se sucedían los presidentes, enfrentamientos en el Ejército, decretos y contradecretos, tras los cuales Chávez volvía al poder.
La Confederación de Trabajadores de Venezuela convocó para el día 9 de abril una huelga general a la que se sumó la patronal Fedecámaras y otros sectores civiles. La huelga tiene un seguimiento notable y la CTV la declara posteriormente indefinida.
Al día siguiente, la CTV y Fedecámaras convocan una marcha hacia el palacio presidencial de Miraflores para pedir la renuncia de Chávez. En la marcha mueren decenas de personas, de que que se responsabiliza al Gobierno, tras lo cual parte del Ejército se puso de parte de la oposición. El alto mando militar pidió el jueves 11 a Chávez la renuncia y fue recluído en varios cuarteles militares. Mientras tanto, se formó un gobierno provisional, dirigido por el líder de Fedecámadas Pedro Carmona, de 63 años.
Después de un día plagado de disturbios que se saldaron con nueve muertos, el Ejército, que comenzó a cuestionarse el proceso de transición, obligó al ya ex presidente Pedro Carmona a restituir en sus puestos a los miembros de la Asamblea Nacional y a modificar los decretos aprobados tras la caída de Chávez.
Al quedar restituida la Asamblea, mayoritariamente chavista, sus miembros tardaron sólo unas horas en nombrar a Cabello como Jefe de Gobierno hasta que se hiciera efectivo el regreso de Chávez. En 24 horas, devolvió al poder a Hugo Chávez y a su "revolución bolivariana".
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