La ONU impulsa una medida contra la tortura pese a la oposición de Estados Unidos
De ser ratificada por un número suficiente de países, la iniciativa permitirá a las Naciones Unidas enviar observadores a la prisión de talibanes en Guantánamo
El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas ha aprobado esta noche una enmienda adicional que se añadirá al tratado contra la tortura de la organización, pese a la oposición de Estados Unidos, que al final no ha bloqueado la propuesta pero si se ha abstenido. La enmienda permitirá a las Naciones Unidas enviar inspectores a prisiones como la que mantiene EE UU en la base de Guantánamo para los presuntos miembros de Al Qaeda y los talibanes detenidos en Afganistán.
El texto es un protocolo opcional a la Convención contra la Tortura aprobada en 1989. El problema para Washington es que crea un mecanismo de vigilancia que incluye visitas a las prisiones de los países firmantes y otras medidas preventivas para evitar la tortura.
La medida ha sido validada por 35 votos a favor y ocho en contra (entre ellos, Rusia y China), con 10 abstenciones, y ahora deberá ser enviada en septiembre ante la Asamblea General de la ONU. Para que sea finalmente aprobada, deberá ser firmada por un número suficiente de países. Estados Unidos había tratado de congelar la resolución mediante un procedimiento formal, desviándola a una comisión en la que tendría que ser debatida de nuevo durante meses.
"Ha sido una gran derrota para EE UU. Es muy difícil de entender porque este país está tan empeñado en luchar contra los derechos humanos y en oposición a muchos de sus aliados", ha declarado Joanna Wechsler, representante de la organización Human Rights Watch.
Un país, un voto
El Consejo Económico y Social esta integrado por 54 países, elegidos para un mandato de tres años entre los que componen la Asamblea General. Su labor es realizar informes con respecto a asuntos internacionales de carácter económico, social, cultural, educativo y sanitario, y hacer recomendaciones sobre estos temas a la Asamblea General, a los países miembros o a organismos especializados.
Además, en sus estatutos admite la posibilidad de emitir estudios también para promover el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales. Sus propuestas son luego debatidas por la Asamblea General. A la hora de tomar decisiones, cada miembro tiene un voto, y se impone la voluntad de la mayoría, sin que ningún representante tenga derecho a veto.
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