Un diario revela una confabulación entre fuerzas de seguridad y paramilitares en el Ulster
Estas relaciones permitiron que ciudadanos católicos fueran asesinados con total impunidad, según 'The Guardian'
Una amplia investigación policial ha revelado que las fuerzas de seguridad en Irlanda del Norte y los grupos paramilitares protestantes estuvieron confabulados durante años sin que se detectara, según publica hoy el periódico británico The Guardian.
El informe, realizado por el comisario de la policía metropolitana de Londres, John Stevens, señala que esta irresponsabilidad de las fuerzas de seguridad permitió que ciudadanos católicos fueran asesinados con casi total impunidad, agrega el diario, que tuvo acceso al texto.
La investigación descubrió que en muchos casos la relación entre detectives de las fuerzas especiales de la antigua Royal Ulster Constabulary (RUC), agentes secretos del Ejército y paramilitares protestantes podría denominarse como una "confabulación institucionalizada".
No obstante, el informe, que no estará completamente terminado hasta dentro de unas semanas, no apuntará hacia una "conspiración siniestra" en todo el RUC y todo el Ejército, ni señalará que miembros del Gobierno británico aprobaran oficialmente esos asesinatos, dice el diario.
Origen: el 'caso Finucane'
Las entrevistas durante los últimos tres años entre los investigadores y ex soldados y paramilitares revelaron sorprendentes intercambios de información. Sin embargo, el informe no habla del número de víctimas, pero señala que los paramilitares protestantes eran incapaces de llevar a cabo asesinatos "sin una ayuda importante". Además, ha resultado prácticamente imposible encontrar pruebas contundentes sobre si se trataba de una política oficial.
El equipo de investigación de Stevens comenzó a indagar en el oscuro mundo de las actividades secretas en Irlanda del Norte cuando el antiguo RUC, actual Servicio de Policía de Irlanda del Norte, le pidió que investigara el asesinato en 1989 de Pat Finucane, un abogado católico especializado en derechos humanos.
Al comenzar la investigación, Stevens ya sabía que los detalles personales del abogado habían sido pasados a paramilitares protestantes por Brian Nelson, agente secreto del Ejército que les ayudaba a identificar a destacados miembros de la comunidad católica, afirma el periódico británico. Hasta ahora, ninguna persona ha sido condenada por el asesinato de Finucane, quien murió cuando unos desconocidos le dispararon mientras cenaba con su familia.
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