Israel retoma su campaña de asesinatos selectivos matando a dos activistas palestinos en Hebrón

Apenas unos días después del fin de su operación militar en Cisjordania, Israel ha retomado su política de asesinatos selectivos de destacados militantes palestinos. Un helicóptero ha disparado esta madrugada en Hebrón un misil contra el vehículo en el que viajaba el jefe en esa ciudad de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa. Tanto el activista como su guardaespaldas han muerto en el ataque, según han informado fuentes de la seguridad palestina.

Maruan Zallun, de 30 años, pertenecía al brazo armado del movimiento Al Fatah, presidido por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat.

Zallun estaba acusado por Israel de haber preparado una serie de atentados contra colonos, incluido uno que causó la muerte a un bebé. Su guardaespaldas, Samir Abu Rayed, de 42 años, era miembro de la Fuerza 17, la guardia personal de Arafat. Después del ataque, cientos de personas han tomado las calles de Hebrón para clamar venganza por este asesinato.

Tres colaboracionistas muertos

En esta misma ciudad cisjordana se han encontrado los cadáveres de tres supuestos colaboracionistas palestinos de las fuerzas de seguridad de Israel.

Al parecer, las tres ejecuciones, de las que no se ha responsabilidado ninguna organización palestina, se han producido pocas horas después del asesinato selectivo del jefe de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa. Los tres han sido ejecutados con armas de fuego y sus cuerpos han aparecido esta mañana con las manos atadas.

Otros tres presuntos colaboracionista de Israel fueron atacados ayer lunes por milicianos de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa en la ciudad de Ramala. Fuentes de esa localidad informaron de que uno de ellos murió linchado y otro resultó gravemente herido. Desde que se desencadenó la segunda Intifada, en septiembre del año 2000, cerca de 40 palestinos han sido ejecutados por este motivo.

Primeras negociaciones directas

Entre tanto, en Ramala continúa el asedio de los tanques israelíes a Arafat, encerrado desde hace semanas en su cuartel general, y a la Iglesia de la Natividad en Belén, donde permanecen sitiados dos centenares de palestinos, la mayoría civiles, junto con curas y monjas desde hace 21 días.

Sin embargo, la situación ha dado un giro inesperado con el anuncio del alcalde de la ciudad bíblica, Hana Naser, de la primera negociación directa que se celebra entre palestinos e israelíes para levantar el cerco a la basílica.

Aunque la entrevista de esta mañana, a la que ha asistido el ministro de Turismo, Abu Ita, ha concluido sin resultados, ambas partes han convocado una nueva reunión para esta misma tarde.

Hasta ahora, Israel se ha negado a levantar el cerco hasta que se entreguen entre 20 y 30 palestinos armados a los que acusa de terrorismo, a los que también ha ofrecido el exilio. Mientras tanto, tres monjes armenios han sogrado hoy salir del recinto.

Por otro lado, el Ejército israelí ha detenido en Cisjordania a 30 palestinos "sospechosos de actividades terroristas", según ha informado en un comunicado. Según este texto, nueve palestinos fueron arrestados en la localidad de Hussan, siete en Surif y cinco en Jader, en la región de Belén. Otros cinco activisttas fueron detenidos en Yatta, al sur de Hebrón.

Además, cuatro palestinos fueron detenidos esta mañana en Daharyeh, cerca de Hebrón, durante registros del Ejército israelí. Todos los sospechosos van a ser sometidos a interrogatorios, según el comunicado.

Y un adolescente palestino de 13 años ha muerto por disparos de soldados israelíes en la localidad de Beit Jala, al oeste de Belén, según fuentes medicales.