La oposición del reformista Yushchenko gana por escaso margen las legislativas

La oposición ucraniana, liderada por el reformista Viktor Yushchenko, ha ganado por escaso margen las elecciones legislativas celebradas ayer frente a los aliados del presidente Leonid Kuchma, ha informado la Comisión Electoral Central (CEC) tras haberse escrutado el 92% de los votos.

Estas elecciones deciden qué partidos van a obtener los escaños que se eligen por sistema mayoritario (225, la mitad de los 450 del parlamento). Los comicios han estado salpicados por múltiples denuncias de fraude por parte de la oposición.

"No cabe esperar un cambio significativo de los resultados", ha indicado una responsable de la CEC, Galina Starovoitova. Según la comisión, la coalición liderada por Yushchenko, Nuestra Ucrania, se adjudicaría 111 escaños en el Parlamento, donde ningún partido tendrá la mayoría absoluta.

Mientras que el bloque propresidencial Por una Ucrania Unida, también conocido como El partido del poder, obtendría 104 escaños. Los comunistas pierden terreno y pasan de 113 escaños en la legislatura saliente a 67.

"Ahora es el momento de recordar a nuestro gran timonel, Stalin, quien decía que no importa cómo se vota, sino quién cuenta los votos", ha asegurado con ironía Yushchenko.

Numerosas irregularidades

Hasta ahora, en todas las elecciones parlamentarias y presidenciales en el segundo país más poblado de la antigua URSS con 50 millones de habitantes habían triunfado los comunistas o los partidarios de Kuchma, antiguo director de una fábrica soviética de misiles balísticos acosado ahora por acusaciones de corrupción, tráfico de armas y asesinato.

Otros tres partidos contendientes superan el listón del 4% imprescindible para obtener representación entre los 450 escaños de la Rada o parlamento unicameral: el bloque de la antigua viceprimera ministra Yulia Timoshenko, el Partido Socialista y el Partido Socialdemócrata, de orientación pro Kuchma.

Precisamente uno de los candidatos de esta formación fue asesinado en vísperas de los comicios tras una campaña plagada de juego sucio.

En total se han denunciado más de cien mil violaciones de normas electorales en la jornada, entre ellas el robo de papeletas y numerosas irregularidades con el censo, donde surgieron votantes ya fallecidos y otros vivos fueron borrados de las listas.

También ha despertado las sospechas el hecho de que los datos oficiales de participación saltaran rápidamente desde el 48% a dos horas del cierre de los colegios al 64,78% tras finalizar la jornada y al 74% en una revisión que se ha hecho pública hoy por la mañana.