Bush condiciona la ayuda a los países pobres a que emprendan reformas internas
La propuesta de Bush pretende incitar a los países en desarrollo a que no teman a las reformas económicas, la apertura de mercados y el libre comercio
El presidente de EEUU, George W. Bush, ha presentado hoy en la reunión de Monterrey (México) su discutido plan para doblar la ayuda al desarrollo, basado en la entrega de ayuda directa a las naciones que emprendan reformas económicas y democráticas y adopten medidas contra la corrupción. Bush condiciona el aumento de la ayuda que concede su país a la libertad y el comercio, claves fundamentales para lograr el desarrollo de los países más pobres.
En la sesión plenaria de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, auspiciada por las Naciones Unidas (ONU), en la ciudad mexicana de Monterrey, el presidente Bush ha manifestado que la lección "es muy clara". "Cuando las naciones cierran sus mercados, ninguna cantidad es suficiente, mientras que cuando abren sus mercados, cada dólar se invierte de manera más eficaz", ha subrayado.
"El camino es difícil, pero claro. La fuente real: la creatividad del ser humano. Los recursos están en las mentes, en las capacidades de sus ciudadanos", ha agregado.
A cambio de recibir el dinero, los países pobres deberán adoptar de forma eficaz reformas democráticas y económicas, luchar contra la corrupción, respetar los derechos humanos e invertir en los sistemas nacionales de educación y sanidad, ha insistido el presidente de EEUU.
Las cifras concretas del plan totalizarían 10.000 millones de dólares en el período fiscal 2004-2007, aunque la Casa Blanca intenta adelantar su desembolso.
A partir de entonces, se destinarían 5.000 de millones de dólares anuales, que se sumarían a los 10.000 millones de dólares que EEUU destina cada año a la ayuda al desarrollo.
En las últimas semanas, EEUU y algunos países europeos han mantenido fuertes discrepancias sobre cómo ayudar mejor a los países en desarrollo.
Dinero a fondo perdido
Además de proponer que la ayuda esté condicionada a los resultados, Washington desea que el dinero se entregue a fondo perdido, ya que considera que no tiene sentido conceder préstamos a países pobres y endeudados que no podrán devolverlos.
EEUU también ha recibido críticas porque, incluso con ese aumento, su ayuda al desarrollo, fijada actualmente en el 0,2% de su PIB, seguiría siendo muy baja respecto a su riqueza nacional.
Para la consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice, Estados Unidos "no tiene que pedir disculpas".
Con este plan, EEUU quiere además incitar a los países en desarrollo a que no teman a las reformas económicas, la apertura de mercados y el libre comercio. "El comercio es la herramienta más poderosa" para el desarrollo, aseguró el portavoz presidencial, Ari Fleischer.
Marcha de Castro
La jornada de hoy en la Conferencia de Monterrey puede continuar con la sombra de la precipitada marcha del presidente cubano, Fidel Castro, a pesar de que la delegación estadounidense ha tratado de restar importancia, sin responder directamente a las distintas versiones que desató esa partida.
George W. Bush abrirá la jornada con una reunión con el presidente de Francia, Jacques Chirac, con el que discutirá la marcha de las operaciones en Afganistán y la visita que realizará a ese país europeo en mayo próximo.
Tras concluir su etapa mexicana, el presidente de EEUU continuará mañana, sábado, su gira latinoamericana en Lima, que continúa bajo la impresión del atentado de la noche del miércoles en las cercanías de la embajada de EEUU, que causó nueve muertos.
El próximo domingo el presidente estadounidense hará una visita oficial a El Salvador en la que se reunirá con los presidentes de Centroamérica para tratar como punto de agenda único el inicio de negociaciones para un tratado de libre comercio (TLC) entre la economía estadounidense y el bloque centroamericano.
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