Soldados de élite colombianos expulsan a la guerrilla de su principal enclave

La Operación Tánatos (muerte en griego), lanzada por el Gobierno colombiano para reocupar la zona de despeje al sur del país, ha entrado en su fase terrestre. Una avanzadilla de 200 soldados de la Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra) ha reconquistado esta madrugada San Vicente del Caguán, el principal municipio de los cinco que formaban la zona, desmilitarizada durante tres años de infructuosas negociaciones con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Con su avance, el ejército ha logrado expulsar del terreno a la guerrilla y, según ha anunciado Fernando Tapias, comandante del ejército, los máximos dirigentes del grupo armado se encuentran ya fuera de la zona desmilitarizada.

Tanto Manuel Marulanda, Tirofijo, el líder de las FARC, como otros cinco altos comandantes del grupo armado, que oficiaron como negociadores durante las conversaciones con el Gobierno, han salido de la zona de despeje.

Durante los enfrentamientos entre el Ejército y las FARC en San Vicente del Caguán se han producido varios heridos. Tapias ha informado en rueda de prensa de que tres de sus hombres, un piloto de helicóptero y dos soldados han sido heridos durante un intento de incursión en la zona.

Aunque las FARC anunciaron ayer que no pensaban capitular ante el Ejército, los guerrilleros abandonaron el pueblo y se adentraron en la selva el miércoles por la noche, después de que el presidente, Andrés Pastrana, anunciara el fin del proceso de paz.

Vehículos del Ejército han entrado en el casco urbano de esta localidad amazónica hacia las 6.00 GMT (7.00 en España), después de que los aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea peinaran las colinas y descampados que lo rodean.

En respuesta a la incursión militar, la guerrilla ha iniciado una oleada de atentados contra las infraestructuras del país. La guerrilla ha dinamitado instalaciones eléctricas, telefónicas y un gasoducto que lleva el gas a Medellín. Una persona ha resultado muerta a consecuencia de uno de los atentados.

No obstante, la guerrilla se ha mostrado dispuesta, mediante un comunicado, a continuar las conversaciones de paz con el Gobierno que resulte elegido en los comicios del próximo mes de mayo (junio, si se produce una segunda vuelta). Las FARC tienen interés en "discutir la Agenda Común para el Cambio con un futuro gobierno".

La principal guerrilla colombiana añade que, "como muestra de voluntad de paz, queda en manos del pueblo y de los partidarios de la solución política la Agenda Común para el Cambio hacia una Nueva Colombia", documento suscrito en mayo de 1999 y que fue la base de las negociaciones.

El comunicado guerrillero está suscrito por quienes fueron los portavoces insurgentes en las negociaciones: Raúl Reyes, Joaquín Gómez, Carlos Antonio Lozada, Simón Trinidad y Andrés París.

Toque de queda

Decenas de soldados, con fusiles de asalto, lanzagrandas y ametralladoras, recorren a estas horas las calles vacías de San Vicente, ya que las autoridades de la zona han impuesto el toque de queda que prohíbe a los ciudadanos moverse dentro de la jurisdicción del Caguán.

Momentos antes, los soldados de élite, abordo de helicópteros Black Hawk estadounidenses, han tomado la base militar de Cazadores, un enclave abandonado por las FARC a unos ocho kilómetros del pueblo.

Algunos funcionarios que acompañan a los militares han levantado un "acta de entrega" de la guarnición, la más importante de la zona y que fue desmilitarizada en noviembre y diciembre de 1998 para servir de sede a los delegados gubernamentales en el fallido proceso de paz.

Esta madrugada, varias unidades de avanzada penetraron en la zona desmilitarizada para inspeccionar el terreno y detectar los campos de minas. En el perímetro de la zona de despeje -formada por los departamentos del Meta y Caquetá y de unos 42.000 kilómetros cuadrados, una superficie similar a la de Extremadura- esperan casi 5.000 hombres del mismo cuerpo de élite, de los 13.000 movilizados por Pastrana para recuperar el control de la zona.

Mientras tanto, la Fuerza Aérea colombiana continúa bombardeando desde ayer por la tarde las posiciones de la guerrilla. Hasta ahora, los aviones militares han realizado unas 200 misiones contra 85 objetivos.

La ofensiva se ha cobrado las primeras vidas de civiles. Al menos tres personas, dos de ellas menores de edad, han muerto en los bombardeos.

Por otra parte, la ruptura de las negociaciones de paz en Colombia han desatado la violencia entre todos los grupos enfrentados en uno de los países más peligrosos del mundo. Al menos 18 personas han muerto en combates entre la guerrilla y grupos paramilitares de extrema derecha en el departamento del Valle (al suroeste del país).

El gestor de paz del Valle, Fabio Cardozo, ha declarado que los choques armados "son protagonizados por grupos paramilitares y al parecer por un comando conjunto del ELN y las FARC" (Ejército de Liberación Nacional y Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).

Cardozo ha precisado que esos combates dejan "un saldo de muertos grande, amplio, al parecer todos ellos pertenecientes a los paramilitares" de extrema derecha de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).