Dos muertos tras estrellarse un helicóptero de 'marines' al norte de Afganistán
En principio se descarta la hipótesis de un ataque terrestre
Un helicóptero militar de la Marina estadounidenses CH-53E Super Stallion con con siete marines a bordo se ha estrellado esta mañana poco después de despegar de la base aérea de Bagram, en el norte de Afganistán, según ha adelantado la cadena de televisión CNN. Dos de sus siete ocupantes han muerto y los otros cinco han resultado heridos.
La aeronave se ha estrellado a unos sesenta kilómetros al norte de dicha base, que protegen tropas estadounidenses, y es empleada por los aviones de los países que integran la llamada la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF).
Investigación en marcha
El secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, ha declarado que los primeros indicios apuntan a que el helicóptero ha sufrido el accidente por problemas mecánicos. Según sus informaciones, el aparato no ha sido objeto de ataques.
No obstante, el oficial James Jarvis, de la base militar de marines de Kandahar, al sur del país, ha contado a los periodistas que el incidente se ha producido en un terreno elevado y montañoso pero se ha negado a especular sobre las causas del mismo y ha indicado que una investigación está en marcha. De momento fuentes de la ISAF han adelantado que no existen indicios de que se haya producido un ataque desde tierra.
"Pudimos hacer aterrizar otro helicóptero cerca del lugar del siniestro, lo que ayudó mucho en los esfuerzos de rescate", ha declarado Jarvis. Según él, los heridos han sido ya trasladados a la base de Bagram para recibir asistencia médica.
Según las primeras informaciones, el helicóptero estaba realizando labores de abastecimiento de las fuerzas estadounidenses.
Mientras, las fuerzas de seguridad afganas continúan la búsqueda del mulá Omar. La cacería se ha vuelto muy complicada, según ha declarado hoy el gobernador de Kandahar, Gul Agha, ya que el ex líder de los talibanes se mueve constantemente "de un lugar a otro".
"En cuando le encontremos, le capturaremos", ha asegurado Gul Agha. Tanto el mulá como el terrorista saudí Osama Bin Laden continúan en paradero desconocido, pese a que su captura era el principal objetivo de la campaña militar de EE UU en Afganistán.
Según afirmó hace dos días el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, Osama Bin Laden podría haber muerto ante la imposibilidad de recibir tratamiento adecuado para la dolencia renal que padece.
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