El FMI supervisa en Buenos Aires el plan de Duhalde

Argentina estrena una semana crucial. Este mismo lunes, se espera la llegada de una delegación del Fondo Monetario Internacional para estudiar el impacto del plan de emergencia puesto en marcha por el Gobierno de Duhalde. Además, el presidente espera presentar en los próximos días el presupuesto al Congreso y se anunciarán las modificaciones de la política financiera, aplazadas en los últimos días. Algunas dependerán de cómo responda el mercado al cambio libre del dólar.

Hoy se espera la llegada a Buenos Aires de un grupo de técnicos del FMI que tendrán como función principal analizar el impacto del plan de devaluación de la moneda nacional. No negociarán, como ya se anunció, las ayudas que el organismo dará a Argentina, ya que el Fondo exige a Duhalde un 'plan coherente' a cambio de la financiación de la deuda.

La llegada de los expertos del FMI se produce después de las fuertes críticas por parte del Gobierno argentino. El Ejecutivo peronista elevó ayer tono de sus diferencias con el Fondo al acusar a uno de sus máximos responsables de mantener posturas "incoherentes" y enviar una carta "ofensiva" para el país.

La reacción contra el FMI partió del viceministro de Economía, Jorge Todesca, también secretario de Política Económica, un hombre de conversación pausada que, sin embargo, en unas declaraciones radiofónicas lanzó duras críticas contra el organismo internacional.

Todesca respondía a la subdirectora del FMI, Anne Krueger, quien señaló el viernes que Argentina debe poner en marcha un programa económico "coherente" para comenzar a hablar sobre un posible plan de asistencia para el Gobierno de Buenos Aires.

Todesca afirmó que "la señora Krueger envió una carta que en sí misma era bastante incoherente, blanqueando una serie de cuestiones que no se sabía si eran condicionamientos o no, y que considero que es ofensiva para la Argentina".

El Gobierno de Buenos Aires sólo había dicho antes que el FMI está a favor de una flotación libre del peso, en lugar del sistema dual inaugurado el viernes, en el que conviven un cambio fijo marcado por el Gobierno y un mercado libre.

Los presupuestos

Además, la administración argentina trabaja a destajo para poder presentar esta misma semana el presupuesto general de este año al Parlamento. Un tema clave para encarar una negociación con la comunidad financiera internacional.

También es importante para que el Gobierno defina cuáles son los parámetros macroeconómicos en los que cree que funcionará el país a partir de la devaluación de la moneda local, el 6 de enero, que fue de un 28,5% frente al dólar y terminó con la paridad entre las dos monedas desde 1991.

De la urgencia de llegar cuanto antes a ese programa "sustentable" son conscientes las autoridades de Buenos Aires, ya que, según Duhalde, Argentina tiene que estar "cuanto antes" dialogando con los organismos financieros internacionales.

Una semana de cambios

El secretario general de la Presidencia argentina, Aníbal Fernández, adelantó domingo que a lo largo de la semana se producirán "muchas novedades" respecto a las medidas adoptadas para afrontar la grave crisis económica y social que atraviesa el país y, en este sentido, aseguró que en el Gobierno "no está quieto nadie".

Sin embargo, en referencia al conocido como corralito, Fernández se ha referido a las palabras del presidente en la que define esta medida como "una bomba de relojería", que será difícil de erradicar si no es paulatinamente.

También será una semana de anuncios y cambios en la política económica del país. El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, ha adelantado este domingo que a lo largo de la semana se producirán "muchas novedades" respecto a las medidas adoptadas para afrontar la grave crisis económica y social que atraviesa el país y, en este sentido, aseguró que en el Gobierno "no está quieto nadie". Sin embargo, preguntado por el conocido como corralito, Fernández ha insistido en las palabras de Duhalde de que la restricción es "una bomba de relojería" y será difícil de erradicar si no es paulatinamente.