El Consejo de Estado portugués aprueba por unanimidad la disolución del Parlamento
Sampaio convocará probablemente mañana las elecciones legislativas para marzo
El Consejo de Estado de Portugal ha aprovado hoy por unanimidad la disolución del Parlamento, en una reunión convocada por el presidente, Jorge Sampaio, debido a la crisis política que vive el país después de la renuncia del primer ministro, Antonio Guterres.
Ante esta situación, es previsible que el presidente Sampaio anuncie mañana la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas en Portugal y la fecha más mencionada es el 17 de marzo próximo. La crisis política se inició después de las municipales del domingo 16 de diciembre, cuando el gobernante Partido Socialista sufrió una aplastante derrota y perdió en las principales ciudades del país.
En la madrugada del día 17, Guterres presentó su renuncia al cargo de Primer Ministro, lo que fue aceptado por Sampaio. El jefe de Estado portugués ha completado hoy, al reunirse con el Consejo de Estado (máximo órgano consultivo), las consultas preceptivas antes de anunciar una salida a la crisis, después de dedicar la mañana a recibir a los líderes de los partidos del arco parlamentario. La opinión unánime es que deben celebrarse elecciones anticipadas
La fecha más probable para las elecciones, según diversas fuentes políticas lusas, es la del 17 de marzo, que coincide con la opinión de Jose Manuel Durao Barroso, líder del principal partido de oposición, al que las primeras encuestas convierten en virtual vencedor en las urnas.
Durao Barroso, cuyo Partido Social Demócrata (PSD) propinó una severa derrota en las manicipales al Socialista (PS), que indujo a dimitir un día después al primer ministro, Antonio Guterres, ha manifestado a Sampaio la necesidad de celebrar las legislativas "lo antes posible".
El peligro de seis meses de parálisis
A su juicio, la fecha límite debería ser la del 17 de marzo, porque es muy costoso para la economía portuguesa mantener mucho tiempo un gobierno de gestión, como el que preside el dimisionario líder socialista Guterres.
Durao ha recordado que el gobierno que salga de las elecciones no tomará posesión hasta transcurridos 45 días de la cita en las urnas, y ello equivale a tener un Ejecutivo incapaz de tomar decisiones estratégicas durante seis meses, en un contexto económico internacional muy adverso.
Por su parte, el portavoz parlamentario del PS Francisco Assis, tras dialogar con Sampaio, ha declarado que su partido está preparado para disputar las elecciones en cualquier momento, aunque sería preferible que se realizasen en la última quincena de marzo próximo.
Basilio Horta, del derechista Partido Popular (PP), ha coincidido con Durao Barroso en que el 17 de marzo sería la fecha idónea para los comicios, porque "el Parlamento se disolvería el 17 de enero y habría tiempo de terminar los trabajos parlamentarios pendientes".
El secretario general del Partido Comunista (PCP), Carlos Carvalhas, ha evitado pronunciarse por una fecha, pero dijo que "los partidos necesitan un periodo para elaborar sus listas de candidatos, pero un gobierno de gestión no puede durar mucho".
También prefieren que las elecciones sean en la segunda quincena de marzo el Bloco de Esquerdas (BE) y Los Verdes, aunque Manuela Cunha, líder de la formación ecologista, ha subrayado que "cuanto más tarde mejor" para que los partidos puedan prepararse.
Arranque no oficial de la campaña
Las entrevistas de Sampaio con los líderes partidistas en su despacho oficial del lisboeta Palacio de Belém se centraron en la fecha electoral, después de que la semana pasada hubiese otra ronda política para que el Presidente escuchase todas las opiniones para dar salida a la crisis.
A la espera de la convocatoria, los partidos afinan sus mecanismos de campaña, y de ese modo el nuevo líder socialista y candidato a la jefatura de gobierno, Eduardo Ferro Rodrigues, ha designado a sus tres principales asesores electorales: Antonio Costa, Paulo Pedroso y Antonio José Seguro.
Pero Ferro también hace frente a la contestación del líder disidente socialista Manuel Maria Carrilho, que parece dispuesto a disputarle el liderazgo, en una lucha fratricida capaz de debilitar más a un partido que reclama "una mayoría de gobierno".
Otro tanto sucede en las filas de la derecha, donde Paulo Portas, jefe de filas del PP, ve la creciente amenaza de Manuel Monteiro, antiguo líder de la formación, que quiere firmar una alianza con el PSD y asegurar el gobierno del centro-derecha tras las legislativas.
Los congresos partidistas y asambleas convocadas para los días 18 al 20 de enero próximo deben terminar con esas luchas intestinas antes de la campaña, que puede comenzar entre el día 4 y el 11 de marzo.
Según la Constitución portuguesa, el Presidente debe convocar la fecha de las elecciones con un plazo mínimo de 55 a 60 días, tras la disolución del Parlamento.
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