Tres muertos en choques entre palestinos y soldados israelíes en la frontera jordana

La habitualmente tranquila frontera de Jordania con Israel ha sido hoy escenario de violentos enfrentamientos entre soldados israelíes y activistas palestinos que han dejado tres muertos.

Todo ha comenzado cuando dos miembros de un comando palestino han disparado contra una patrulla israelí causando la muerte de uno de sus integrantes. Horas después, y en una zona que se encuentra entre la frontera y el río Jordán, se han descubierto los cadáveres de los dos activistas palestinos.

La radio estatal israelí, que ha citado fuentes militares, ha indicado que otros cuatro soldados israelíes han resultado heridos, dos de ellos de gravedad, cuando los atacantes dispararon desde territorio de Jordania contra un punto próximo a las cooperativas agrícolas de Yardena y Bet Yosef.

Los hechos se han producido a primeras horas de esta mañana junto a la frontera entre Israel y Jordania, a la altura del valle israelí de Bet Seán.

Efectivos del Ejército israelí con el apoyo de helicópteros se han dirigido al lugar del incidente y han registrado la frontera en busca de los atacantes, y lo mismo han hecho desde su país soldados jordanos.

Fuentes militares israelíes consideran que los autores del ataque "fueron terroristas palestinos que actuaron desde territorio jordano" y que debieron de ocultarse durante varios días en el lugar para vigilar las actividades del Ejército de Israel en la zona.

Se trata del primer incidente de importancia en la frontera israelo-jordana desde 1997, cuando un soldado jordano disparó contra un grupo de escolares judías, matando a siete de ellas. Israel y Jordania firmaron la paz en 1994.

Alto el fuego de Yihad Islámica

La organización integrista armada Yihad Islámica ha decidido hoy poner fin a "todas las operaciones militares contra Israel", incluidos los atentados suicidas, según ha anunciado a la agencia France Presse Nafez Azzam, un alto responsable de la organización en la franja de Gaza.

El pasado 16 de diciembre, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat hizo un llamamiento a las organizaciones palestinas radicales para que cesaran todas sus actividades armadas contra Israel, después de una oleada de atentados suicidas que causaron decenas de muertos e importantes operaciones de represalia por parte del ejército hebreo.

Envío de observadores

Un día después de que el gobierno de Sharon impidiese a Yasir Arafat viajar a Belén para acudir a la tradicional Misa del Gallo, el líder palestino ha vuelto a pedir el envío, esta vez "rápidamente", de observadores internacionales a los territorios palestinos

Arafat ha solicitado a la comunidad internacional que "actúe rápidamente para el envío de observadores internacionales como se ha hecho en todas las regiones conflictivas, la última de ellas Kosovo", en unas declaraciones publicadas por la agencia oficial palestina WAFA.

El presidente palestino ha acusado además al primer ministro israelí, Ariel Sharon, de "seguir con su plan militar contra el pueblo palestino". "Mientras que nosotros anunciamos nuestra iniciativa de alto el fuego, ellos continúan su escalada militar", ha añadido.

"La agresión israelí y el bloqueo de las ciudades continúa, así como el bombardeo de casas y edificios, además del aumento del número de mártires y heridos", ha subrayado Arafat.

Por otro lado, la Autoridad Palestina ha condenado en un comunicado "las medidas agresivas y la escalada militar del Gobierno israelí, y los crímenes de los colonos contra los palestinos". "Sharon ha probado, sin ninguna duda, que no estaba preparado para responder a las iniciativas internacionales y palestinas para una calma y un alto el fuego", añade el texto.

Entretanto, el gobierno de Sharon sigue limitando los movimientos de Arafat hasta el punto de tenerle prácticamente confinado en su residencia de Ramala.

El Gobierno de Ariel Sharon puso como condición a la asistencia del líder palestino a la misa del Gallo la detención de los asesinos del ex ministro de Turismo, Rehavam Zeevi, , por lo que éste decidió a última hora no acudir a Belén.

Corazón "roto y lleno de ira"

En un mensaje difundido por la televisión palestina desde Ramala, Arafat calificó de "crimen" la prohibición que pesaba sobre él y señaló que "los tanques israelíes, las barreras y los fusiles de los opresores me han impedido compartir con vosotros nuestra celebración anual de este divino y bendito acontecimiento".

En la alocución, Arafat, que se confesaba con el corazón "roto y lleno de ira", declaró que el mundo "debe ver y saber cuál es el tipo de terrorismo que los creyentes palestinos están soportando en Tierra Santa."

"Impedirme a mí y a otros creyentes palestinos ejercer nuestros ritos religiosos no servirá para que cambiemos nuestras ideas y cejemos en nuestra determinación de conseguir la paz, la paz de los valientes", ha manifestado Arafat.

Empujado por las presiones de la Unión Europea, el Vaticano e incluso Estados Unidos, el Gobierno de Israel se dispuso a levantar el veto que inicialmente impuso a Yasir Arafat y permitir que el líder palestino entrara en Belén, siempre que antes "arrestase a las personas involucradas en el asesinato [de Rehavam Zeevi, ex ministro de Turismo, asesinado en octubre] que permanecen en el interior de Ramala", dijeron fuentes gubernamentales.

El domingo por la mañana, el Gobierno israelí, presidido por el ex general Ariel Sharon, acordó por ocho votos contra seis prohibir al líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) entrar en la ciudad autónoma de Belén por Nochebuena, algo que Arfat viene haciendo desde 1995.

Las críticas internacionales arreciaron sobre Israel. La comunidad internacional, encabezada por el papa Juan Pablo II, Estados Unidos y la Unión Europea, presionó para lograr el levantamiento del veto, que también recibió numerosas críticas en el interior de Israel.