La XI Cumbre Iberoamericana comienza hoy centrada en la lucha contra el terrorismo

Los jefes de Estado y de Gobierno de 21 países han inaugurado en Lima la XI Cumbre Iberoamericana, la primera del milenio. La agenda de este encuentro estará presidida por la discusión sobre las recetas destinadas a combatir la crisis económica global y por la condena al terrorismo.

La cumbre ha sido abierta por el presidente y anfitrión peruano, Alejandro Toledo, junto a la presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, organizadora de la anterior cita.

La reunión no cuenta con la presencia del mandatario cubano Fidel Castro, debido a la situación que atraviesa su país tras el paso del huracán Mitchel. Es la primera de las 11 citas iberoamericanas que se pierde Castro, que estará representado por su vicepresidente Carlos Lage.

Las delegaciones de los 21 países iberoamericanos que han preparado estos últimos días los documentos que deberán aprobar los jefes de Estado y de Gobierno han coincidido en que el panorama de la economía regional es ahora mucho más desalentador que antes del pasado 11 de septiembre.

La preocupación por los atentados terroristas de esa fecha sobre Nueva York y Washington tendrá reflejo en una "Declaración Política contra el Terrorismo" que los líderes iberoamericanos deberán firmar este sábado, antes de la clausura de la cumbre limeña.

Sin hacer mención a situaciones específicas, un borrador del documento establece el compromiso de combatir "los actos de terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, donde se produzcan y por quien quiera que los cometa". El presidente colombiano, Andrés Pastrana, ha comentado antes de viajar a Lima que el terrorismo y la crisis económica serán los asuntos "fundamentales" en la cumbre.

Diez años de cumbres

Además de esos dos asuntos, la XI Cumbre Iberoamericana evaluará los resultados de diez años de estas citas anuales incorporadas al calendario político de la región en 1991, cuando se celebró la primera en Guadalajara (México).

Esa primera cumbre, junto con las de Cartagena (Colombia), en 1994, y Santiago de Chile, en 1996, seguirán siendo las únicas que consiguieron una asistencia plena, pues, aparte de la ausencia de Fidel Castro, en Lima no estarán los presidentes de Uruguay, Jorge Batlle, y de Honduras, Carlos Flores.

La cancillería uruguaya explicó que Batlle permanecerá en su país por "razones de Gobierno" y Flores se excusó por las elecciones que se celebrarán el próximo domingo en Honduras.

Según fuentes peruanas, la XI Cumbre Iberoamericana, cuyo lema es "Unidos para construir el mañana", reunirá a líderes "en mangas de camisa", decididos a trabajar y con una carga protocolaria menor en relación a las anteriores reuniones.

Ciudad acorazada

El sistema de seguridad diseñado para la cumbre ha supuesto la movilización por las calles de Lima de 22.000 efectivos de policía, de los que casi 9.000 están desplegados en el barrio de San Isidro, donde se encuentra el hotel que servirá de sede a las deliberaciones y en el también que se alojan los jefes de Estado y de Gobierno.

Al margen de las actividades propias de la cumbre, se reunirán en Lima los presidentes de la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela), quienes luego recibirán al presidente del Gobierno español, José María Aznar.