Los talibán aseguran haber detenido a un periodista francés disfrazado con un burka
La periodista británica Yvonne Ridley relata que permaneció en huelga de hambre durante su retención en Afganistán
Los talibán aseguran haber detenido a un hombre de nacionalidad francesa en la región de Goshta, 35 kilómetros al este de la ciudad de Jalalabad, en el este de Afganistán. Según la agencia Afghan Islamic Press (AIP), que ha informado del suceso, el hombre ha sido identificado como el periodista francés Michel Peyrard, de la revista Paris Match, que en el momento de su detención iba disfrazado de mujer y vestía un burka, la vestimenta impuesta a las mujeres por los talibán, que cubre de la cabeza a los pies. El detenido iba acompañado de otras dos personas.
Según AIP, Peyrard, de 44 años, estaba "en misión de espionaje" y, por tanto, "no podrá beneficiarse de ningún tipo de clemencia", según un portavoz talibán citado por la agencia, próxima al régimen de Kabul.
Los talibán justifican la acusación de espionaje en el hecho de que portaba "un teléfono vía satélite, una grabadora y otros instrumentos utilizados para el espionaje", según el portavoz.
Las autoridades de París tratan de investigar la veracidad de la información, aunque un portavoz del Ministerio de Exteriores ya había puntualizado que en todo caso "no es un militar".
"No tengo ninguna información particular. Estamos buscando información" sobre el presunto arresto, había dicho el portavoz de Exteriores, Francois Rivasseau. "No se trata de un militar o de personal del servicio de información, que yo sepa", ha puntualizado Rivasseau.
Según la información de AIP, próxima a los talibán, "el francés ha sido transferido a Jalalabad".
Por su parte, la revista Paris Match ha emitido un comunicado en el que reclama la liberación de Peyrard, recordando que el periodista estaba "haciendo su trabajo".
"Hace tres semanas, Michel Peyrard salió hacia Pakistán con la misión de tomar todas las decisiones que estimase oportuno para rendir completa cuenta de la actualidad afgana", dice el comunicado.
En su edición del próximo jueves, Paris Match publica un reportaje de Peyrar sobre la zona de Mohmand, cerca de donde ha sido detenido, según el comunicado. Fue el lunes cuando, con motivo del dictado del reportaje, Peyrard habló por última vez con la revista, en la que trabaja desde hace 18 años.
En el último número, Peyrard escribió un reportaje desde Afganistán en el que cuenta cómo llegó hasta el cuartel general de los talibán en Khostu vestido con un burka.
Peyrard ha cubierto para Paris Match los últimos grandes acontecimientos internacionales, desde la matanza de la plaza de Tiananmen, en China, hasta los Juegos Olímpicos de Sydney, pasando por la crisis de Kosovo, el conflicto en Chechenia, por el que ganó el premio Louis-Hachette el año pasado.
Huelga de hambre
Por otra parte, hoy se han conocido las primeras impresiones de la periodista británica Yvonne Ridley, que fue liberada ayer tras permanecer desde el día 28 de septiembre en poder del régimen de los talibán.
La periodista ha relatado en un artículo publicado hoy por el periódico en el que trabaja, el Daily Express, sus diez días de detención en Afganistán, durante los que permaneció en huelga de hambre y en una celda plagada de ratones.
"La huelga de hambre era el arma que tenía. Era lo único que podía hacer y que no me podían impedir (los talibán)", señala Ridley. Según la redactora, decidió dejar de comer inmediatamente después de su arresto, porque los talibán se negaban a facilitarle un teléfono.
Ridley, de 43 años, cuenta también que mantuvo en secreto las notas que escribía sobre sus días en cautiverio en el interior de una caja de pasta dentífrica y en un papel de jabón.
"Admití haber entrado sin visa y pensaban que era espía. Creo que fui la prisionera más difícil que tenían", agrega la periodista, que asegura que decidió cruzar la frontera hasta Afganistán para saber lo que los afganos pensaban de la situación.
Una celda con cucarachas
Según la redactora, en la celda en la que estuvo había cucarachas y ratones. "Nunca me golpearon. Trataron de presionarme mentalmente haciéndome las mismas preguntas, una y otra vez, día tras día, a veces hasta las nueve de la noche", relata.
La madre de la redactora, Joyce Ridley, de 74 años, ha expresado hoy su gran alegría por la liberación de su hija y dijo que la espera esta semana de regreso en el Reino Unido. "Estoy tan feliz y creo que soy muy afortunada. ¡Se ha rezado tanto por ella!", ha añadido Joyce Ridley.
La informadora, que iba acompañada por dos guías en el momento de su detención, fue arrestada sin pasaporte en la ciudad de Jalalabad, en el sureste de Afganistán y a catorce kilómetros de la frontera con Pakistán.
El régimen talibán afgano la puso el lunes en libertad y la entregó a las autoridades de Pakistán en la frontera entre ambos países.
En principio se temió que los ataques iniciados el domingo por EEUU y el Reino Unido contra objetivos de los talibán en Afganistán pudieran haber afectado al proceso de liberación de Ridley. Los talibán señalaron el domingo, antes del inicio de la operación militar, que sería liberada el lunes.
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