_
_
_
_
CUMBRE G-8

Un informe oficial admite la violenta actuación policial en Génova

Algunos agentes tuvieron que ser apartados porque "se les iban las manos" en sus acciones contra los manifestantes

El polémico registro de la sede del Genova Social Forum (GSF), que engloba a unos 800 movimientos antiglobalización y que dirigió las protestas contra el G-8, se produjo la noche del 21 al 22 de julio, cuando en el lugar dormían varios centenares de manifestantes.

Para investigar lo ocurrido "desde dentro", el jefe de la policía, Gianni de Gennaro, envió tres inspectores, que en su informe señala que la orden era entrar en el local para confiscar armas y otros objetos "usados para hacer daño", pero nunca para golpear a los manifestantes de manera tan brutal.

El registro de la sede del GSF está considerado uno de los momentos más oscuros de la polémica actuación policial durante la Cumbre de los ocho países más poderosos del mundo, que se saldó con la muerte de un joven contestatario, varios centenares de heridos y de detenidos, muchos de ellos extranjeros.

Más información
Génova pide fotos y vídeos para investigar la represión
Berlusconi culpa al anterior Ejecutivo de los excesos de la policía en Génova
La segunda jornada de protestas contra el G-8 sume a Génova en el caos
Especial fotográfico:: Muerte de un manifestante
Especial fotográfico:: Protestas antiglobalización
Especial:: El movimiento de resistencia global

Durante el registro, la policía -que buscaba armas y otros objetos "no aptos" para manifestaciones, como navajas, palos, etc- destruyó la documentación y los ordenadores, rompió el mobiliario y detuvo a casi un centenar de jóvenes, que fueron maltratados física y psicológicamente, según las denuncias judiciales interpuestas.

"Se les iban las manos"

El comportamiento de muchos agentes fue tan violento que una docena de policías tuvieron que ser apartados y sacados del lugar tras darse cuenta los encargados del registro "que se les iban las manos" en el trato a los jóvenes que dormían en el centro, según las filtraciones publicadas por "Corriere della Sera".

"La decisión de entrar en la sede fue adoptada por los dirigentes de la policía presentes en Génova, pero ninguno dio luz verde a los agentes para que se les fueran las manos contra los manifestantes", subraya el diario.

El informe será entregado en las próximas horas a De Gennaro, que lo pasará al ministro de Interior, Claudio Scajola, cuya dimisión exige la oposición y contra quien ha presentado una moción de censura que será debatida en el Senado el 3 de agosto.

Los jueces que llevan las investigaciones sobre los incidentes, por otra parte, han presentado en las últimas horas nuevas denuncias contra la policía, en las que se afirma que los agentes no sólo pegaron a los contestatarios violentos, sino también a manifestantes tirados por tierra o con las manos levantadas en señal de que no oponían resistencia.

Las acusaciones judiciales se han visto respaldadas por las últimas imágenes emitidas por las televisiones italianas en las que se ven a grupos de agentes ensañarse con manifestantes indefensos.

Los jueces también acusan a la policía de haber pegado con dureza "hasta sangrar" a los manifestantes, muchos de los cuales contaron a los magistrados, según las denuncias, que una vez detenidos fueron obligados a estar durante más de diez horas en pie, con las manos levantadas, sin beber, sin comer y sin poder ir al retrete.

Grandes hematomas y puntos de sutura

En las investigaciones judiciales también se señala que casi todos los jóvenes que fueron detenidos presentaban cuando fueron interrogados por los jueces grandes hematomas, puntos de sutura, piernas o brazos enyesados y otras heridas. Los jueces han pedido el historial clínico de los 243 jóvenes manifestantes que fueron atendidos en hospitales.

El presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, ha dicho este fin de semana que "quien se haya equivocado pagará", pero ha reiterado su apoyo a las fuerzas del orden.

Berlusconi ha afirmado que no se puede continuar de manera cínica la defensa de los violentos que arrojaron piedras y devastaron las tiendas y que él está, como la gran mayoría de los italianos, de la parte de los agentes que defendieron la ley tras poner en peligro sus vidas. También agregó que es comprensible la reacción de quien sufre violencia, pero que también 150 agentes resultaron heridos y parece que sólo el daño "vino de una parte".

"No se puede mostrar sólo la reacción y no la provocación. No se pueden transmitir en televisión seis entrevistas a los protagonistas de la violencia y ninguna a la policía. Eso es inaceptable y es desinformación", dijo Berlusconi, que acusó a la izquierda de alimentar la polémica y de dañar la imagen de Italia en el mundo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_