Concluyen sin acuerdo las conversaciones de paz sobre el Ulster
El líder unionista David Trimble abandonó la mesa de negociaciones ante el estancamiento del proceso
Los unionistas acusan a los republicanos de la falta de desarme del Ejército Republicano Irlandés (IRA), mientras que los nacionalistas exigen una reforma de la Policía norirlandesa y la desmilitarización de la región.
Horas antes de la constatación del estancamiento negociador,
el líder protestante y ministro principal del Gobierno norirlandés hasta su dimisión el pasado 1 de julio, David Trimble, anunciaba su abandono de la mesa alegando que "en este momento no se está cerca de un acuerdo".
Pese a todo, el propio Trimble reconocía que estas conversaciones son "la última oportunidad" para evitar la caída del Gobierno autónomo.
Los Gobiernos de Londres y Dublín emprendieron a primera hora de la mañana con cierto pesimismo la quinta y decisiva jornada de negociaciones con los partidos del Ulster para intentar reactivar el proceso de paz en Irlanda del Norte.
La sesión de ayer, que se vio empañada por nuevos incidentes violentos en la provincia, concluyó a medianoche sin avances aparentes para desbloquear el proceso.
El primer ministro británico, Tony Blair, ha advertido de que esta jornada es la última para llegar a un acuerdo antes de la fecha límite del 12 de agosto para suspender la Asamblea norirlandesa o convocar elecciones en la provincia.
Los Gobiernos de Londres y Dublín intentaron ayer durante cinco horas alcanzar un acuerdo con los partidos norirlandeses favorables al Acuerdo del Viernes Santo.
No asisten, sin embargo, las dos grandes formaciones vinculadas a grupos paramilitares protestantes: el Partido Unionista Progresista (PUP), vinculado a la Fuerza Voluntaria del Ulster (UVF); y el Democrático del Ulster (UDP), brazo político de los Luchadores por la Libertad del Ulster (UFF).
A las 00.00 hora local (01.00 en España) se interrumpieron sin que se produjera ningún avance, según las delegaciones.
El líder del Sinn Fein (brazo político del IRA), Gerry Adams, afirmó al abandonar la mansión de Weston Park, en el centro de Inglaterra, donde se celebró a puerta cerrada la reunión, que "las propuestas del Gobierno británico son escasas con respecto a lo que públicamente se comprometieron a hacer y ciertamente son insuficientes para responder al Acuerdo del Viernes Santo" firmado el 10 de abril de 1998.
El regreso de la violencia
La crisis se agravó con la dimisión el pasado 1 de julio del ministro principal norirlandés, David Trimble, para intentar forzar el desarme del Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Además del problema del desarme, las partes mantienen también discrepancias en cuanto a la reforma de la Policía norirlandesa y la desmilitarización de la región.
Mientras tanto, la tensión ha aumentado tras los incidentes violentos producidos el jueves en Belfast y en otras zonas del Ulster.
El jueves pasado, más de un centenar de policías resultaron heridos durante los disturbios ocurridos en las marchas de la Orden de Orange para conmemorar la Batalla del Boyne (1690), cuando las tropas del rey católico Jaime II fueron derrotadas por el protestante Guillermo III de Orange.
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