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CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD

Detenido en Bélgica un ex ministro de finanzas ruandés acusado de genocidio

Arrestados por el mismo motivo un antiguo capellán en Suiza y un compositor en Holanda

Además de Ndindabahizi, otros dos ruandeses han sido detenidos hoy en cumplimiento de la orden de la fiscal jefe del Tribunal, Carla del Ponte. Se trata del capellán militar Emmanuel Rukundo, en Ginebra, y del compositor y cantante Simon Bikindi, en Leiden (Holanda). Del Ponte ha dicho, asimismo, que las autoridades italianas decidieron no llevar a cabo un cuarto arresto mandado por la Corte. Los tres detenidos están acusados de genocidio, conspiración para el genocidio y crímenes contra la Humanidad, ha explicado la fiscal jefe del TPIR.

Del Ponte ha agregado que no tienen ninguna relación entre ellos y que la única razón para llevar a cabo esta operación de manera conjunta fue la mayor facilidad logística y el ahorro económico.

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Ahora, los tres acusados serán transferidos a la sede del Tribunal, en Arusha (Tanzania), donde hay otros 50 sospechosos de participar en el genocidio que acabó con la vida de entre 500.000 y un millón de personas en Ruanda en 1994.

El arresto del ex ministro

La detención del ex ministro Ndindabahizi se ha producido hoy por la mañana en un apartamento de la citada ciudad belga en el que vivía con su familia, según fuentes policiales.

Ministro de Finanzas del Gobierno interino de Ruanda entre abril y julio de 1994, Emmanuel Ndindabahizi, de 51 años, era buscado por la justicia internacional por los cargos de genocidio, incitación al genocidio y crímenes contra la humanidad por las matanzas de la primavera de ese año contra los tutsis y hutus moderados, que costaron la vida a centenares de miles de personas.

La detención se realizó sobre la base de una ley de 1996 que establece la cooperación de la justicia belga con los tribunales internacionales para la ex Yugoslavia y para Ruanda.

Bélgica, de la que Ruanda fue colonia, sufrió una gran convulsión con los sucesos ocurridos en ese país africano en abril de 1994 y que costaron también la vida a 10 de sus cascos azules, asesinados en crueles circunstancias cuando intentaban proteger a la entonces primera ministra, la hutu moderada Agathe Uwylingiyimana.

Otros detenidos

Poco antes de la detención de Ndindabahizi, en Suiza, se producía el arresto de Emmanuel Rukundo, capturado tras más de seis meses de investigaciones en ese país, tiempo necesario para recabar las pruebas necesarias que permitieran no sólo su arresto, sino también su enjuiciamiento.

Rukundo era capellán católico del ejército y, según la orden de detención, habría llamado al exterminio de los tutsis, para lo que habría proporcionado listas con nombres de personas pertenecientes a esa etnia y que permitieron su persecución.

En tanto, el compositor Simon Bikindi, que trabajó para el ministerio de la Juventud y Deportes de Ruanda, ha sido detenido a primera hora de esta tarde en Leiden (Holanda), ciudad a la que se trasladó ayer de forma súbita.

El TPIR tiene en su punto de mira a unas 200 personas sospechosas de participar en el genocidio de Ruanda, de las que entre 30 y 35 están en diversos países europeos.

Dicho tribunal tiene bajo arresto a 23 personas en la capital de Tanzania, donde tiene su sede, y ha pronunciado sentencia ya contra ocho personas, cuatro de ellas condenadas a cadena perpetua, otras tres a condenas de 25, 15 y 12 años de prisión, y ha absuelto a otra.

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