Asesinan en Brasil a un líder regional del Movimiento de los Sin Tierra
Valdecir Padilha, que había promovido la invasión de tierras en la región, ha recibido cuatro balazos en el pecho y el cuello
El cadáver de Padilha, de 31 años, ha sido encontrado en una carretera vecinal próxima a la hacienda Tamakavi y en las inmediaciones del campamento "Chico Mendes", donde viven unas 200 familias mientras esperan que el Gobierno les asigne tierras para cultivar.
La policía sospecha que el asesinato tiene relación con la lucha por la tierra en Mato Grosso do Sul y con las invasiones que el MST ha promovido en los últimos meses en esa región. Padilha fue condenado a cumplir servicios sociales en un hospital de Itaquiraí por liderar varias de esas ocupaciones.
De hecho, este nuevo acto de violencia rural ocurre apenas cinco días después de que una jueza aplazara nuevamente el juicio contra los 149 policías acusados de la matanza de 19 miembros del MST en abril de 1996, en el estado amazónico de Pará.
El proceso por la llamada matanza de "El Dorado dos Carajás", el municipio amazónico donde ocurrió el crimen, se ha prolongado durante más de cinco años y ha pasado por tres jueces diferentes, dos de los cuales renunciaron debido a diferentes presiones.
Tierras para cultivar
El MST, que dice representar a unos cinco millones de campesinos que buscan tierras para cultivar, está presionando para mejorar la reforma agraria mediante invasiones de haciendas improductivas.
Según las estadísticas de la Iglesia Católica, desde la fundación del MST, en 1984, más de 1.600 campesinos han sido asesinados en conflictos originados por la tierra en Brasil. Sólo tres de los responsables por esos crímenes han sido condenados a prisión y en tan sólo 84 casos esos sucesos violentos han llegado a los tribunales, de acuerdo con la Iglesia Católica.
Según cálculos oficiales, el 45,1 por ciento de las tierras de Brasil está en manos del 1 por ciento de los agricultores.
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