Un tribunal federal acusa formalmente al ex agente del FBI que vendió secretos a la antigua URSS
A Richard Hanssen se le imputan 21 delitos de los que 14 conllevan la pena de muerte
Uno de los fiscales que presentaron las acusaciones ante un tribunal de Alexandria (norte de Virginia, junto a Washington) ha señalado que 14 de ellas se castigan hasta con la pena de muerte, mientras que las otras siete implican prisión perpetua.
El ex agente comparecerá ante el tribunal el próximo 1 de junio para declararse culpable o inocente de las acusaciones, que parecen redactadas para intentar obligar a Hanssen a cooperar con las autoridades si quiere evitar la posibilidad de que se estudie la sentencia de muerte.
El fiscal, Ken Melton, no quiso hacer conjeturas sobre si la presentación de acusaciones puede influir en las discusiones con la defensa. "No puedo hacer comentarios sobre negociaciones para un acuerdo, tanto sobre su existencia como su situación", ha declarado.
Detenido tras su último contacto
Richard Hanssen, un veterano agente con 25 años de experiencia, fue detenido el pasado 18 de febrero en un parque del norte de Virginia, junto a Washington, poco después de haber depositado, según la acusación, un paquete con información para sus contactos rusos.
Hanssen, de 56 años, recibió un total aproximado de 1,4 millones de dólares en dinero y diamantes a cambio de la información que entregó, según la acusación. La fiscalía cree que este caso puede ser el más importante de agentes estadounidenses comprados por Moscú, más aún que el ya clásico de Aldrich Ames, un espía de la CIA que fue sentenciado a cadena perpetua en 1994.
La acusación cree que la información vendida por Hanssen permitió a Moscú identificar a tres agentes rusos que habían sido reclutados por EE UU, dos de los cuales fueron ejecutados. El agente del FBI también ha revelado a Rusia, según el fiscal, que el espionaje estadounidense construyó un túnel debajo de la embajada rusa en Washington para instalar sofisticados sistemas de espionaje electrónico.
El caso Hanssen, el tercer agente del FBI detenido por espionaje en la historia de este organismo, ha provocado una fuerte controveria en contra el FBI (policía federal) por la falta de controles internos sobre las actividades de sus agentes y empleados.
Tras la detención del presunto espía, el director de la agencia, Louis Freeh, tuvo que cambiar su política y anunciar que los agentes y responsables serán sometidos a pruebas de detección de mentiras, normales en la CIA y otros organismos de espoinaje, pero hasta ahora prohibidas en el FBI.
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