Finaliza con éxito el traslado de las armas químicas deterioradas a un campo militar

El convoy, compuesto por 51 vehículos, entre ellos siete camiones refrigerados -separados unos de otros por varios kilómetros para evitar riesgos-, ha salido a las 1.55 de la noche, casi con una hora de retraso sobre el plan previsto debido al escape que se produjo horas antes y su partida ha tenido que hacerse de manera escalonada.

El despliegue de seguridad incluía dos helicópteros civiles y dos militares con equipos médicos.

Horas antes de salir, uno de los obuses de fosgeno ha sufrido un escape que fue neutralizado. Los artificieros, equipados con trajes de seguridad, han podido taponar rápidamente el escape.

Las armas incluyen obuses de fosgeno, que ataca las vías respiratorias, y de gas mostaza, que puede ser letal y que hizo estragos entre los combatientes de la Gran Guerra europea. Unos 350 efectivos de seguridad -gendarmes, militares y bomberos- han sido movilizados para este delicado traslado. Las carreteras y los tramos de las dos autopistas por donde debía transitar el peligroso transporte fueron cerradas al tráfico desde las 22.00 de esta noche hasta la llegada del convoy.

30 personas se niegan a abandonar sus hogares

Los primeros kilómetros del periplo han transcurrido por pueblos fantasma ya que el viernes pasado casi 13.000 habitantes de localidades cercanas al depósito de Vimy fueron evacuadas de la región por un plazo de diez días. Pero no todos los habitantes de la zona recibieron la noticia con agrado. La precipitada e improvisada operación de evacuación ha suscitado fuertes críticas de enfurecidos habitantes, que tuvieron muy poco tiempo para hacer las maletas en víspera del "puente" de Pascua (el lunes es festivo).

Unas 30 personas se negaron en rotundo a irse. Las autoridades dijeron entonces que no estaban habilitadas para obligarles a dejar sus hogares, pero advirtieron que, si hubiera una alerta, reconsiderarían esa posición.

Cuando la orden de evacuación fue comunicada a los habitantes el viernes, hacía una semana que las autoridades tenían en manos un informe sobre el peligroso estado de deterioro de algunos contenedores de armas químicas.

El sábado por la tarde, unos 50 artificieros empezaron con grandes precauciones a acondicionar las 57 cajas y colocarlas en contenedores refrigerados para el viaje hacia el depósito militar de Suippes (Marne), donde serán almacenadas hasta su destrucción.

El depósito de Suippes, situado en una zona escasamente poblada, está concebido para el almacenamiento de cabezas nucleares y, contrariamente al de Vimy, no está a cielo abierto.

En Vimy, quedarán unas 135 toneladas de obuses y bombas "convencionales", es decir, no químicos, que serán "acondicionados", una operación que, según la Prefectura, tomará "varios días" durante los cuales los habitantes no podrán volver a sus hogares.

Además de las personas, fue evacuado el ganado. Los animales fueron llevados a prados requisados de los alrededores, lo que plantea serios problemas para ordeñar las vacas.

Los animales domésticos que no fueron evacuados podrán ser visitados por sus propietarios, previa obtención de un salvoconducto, para dos visitas semanales de una hora.