Marcos trabajó en unos grandes almacenes y en un mesón de Madrid
Mañana se reanundan las negociaciones entre los zapatistas y el gobierno de Fox
Desplegando una fina ironía, el líder zapatista ha dicho que su trayectoria laboral en la capital de España se truncó porque en su trabajo en El Corte Inglés vendía más barato de lo que marcaban las etiquetas, y en la tasca en la que prestaba sus servicios se empeñó en bailar flamenco. Ambos episodios provocaron su despedido inmediato.
El subcomandante Marcos y sus guerrilleros han protagonizado en el último mes una larga marcha por México que han culminado con su entrada en Ciudad de México hace una semana. En ella todavía permanecen hasta conseguir la aprobación parlamentaria de un proyecto de ley que concede una autonomía sin precedentes a los diez millones de indígenas mexicanos, el 10% de la población total del país
Sobre el uso publicitario de su figura, Marcos ha afirmado en el programa radiofónico que hay "un tira y afloja en torno a su figura, convertirlo en un rock-star o personaje mediático porque se trata de convertir la paz en una mercancía, utilizando el "aplausómetro -que diría Fox- ya que se pretende reducir el problema a las condiciones de vida de los indígenas y no al reconocimiento cultural".
El líder revolucionario ha negado que quiera convertirse en un político típico, y ha afirmado que si se metiera en la lógica de la política actual "veríamos reducido nuestro coeficiente intelectual", y añadido que los políticos de hoy sienten "desprecio por la cultura y el lenguaje".
El subcomandante ha prometido dar la exclusiva a "Hoy es Domingo" del momento -"muy próximo"- en el que se quite el pasamontañas.
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