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LA PUNTA DE LA LENGUA
Columna
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El SPDSTE

El partido Vox crea un sindicato de siglas impronunciables para promover la solidaridad “con” los trabajadores

Santiago Abascal, el pasado 10 de julio en Vitoria.
Santiago Abascal, el pasado 10 de julio en Vitoria.Europa Press/GETTY IMAGES (Europa Press via Getty Images)
Álex Grijelmo

Una organización naciente que vaya a ser conocida por sus siglas debe pensar bien su nombre antes de aprobarlo. Ningún asesor de comunicación recomendará denominar un partido como Movimiento Antisistema de Liberación, por ejemplo, porque el abreviamiento constituiría un adjetivo hilarante: “Ahí viene Paco, que trabaja en el MAL”; “Renata defiende que el MAL es muy bueno”.

Les Luthiers ya se adelantaron a la posibilidad de las siglas absurdas con su número titulado Himnovaciones, en el que dos políticos visitan a un compositor para que adapte la letra y la música del himno nacional a los deseos del partido gobernante. Ambos se presentan como integrantes de la Comisión de Mantenimiento y Actualización Permanente de la Canción Patria. Es decir, la CMAPCP, que pronuncian con naturalidad como “la comácpecpe”.

Tal vez los dirigentes de Vox tuvieran en el subconsciente al grupo humorístico argentino cuando anunciaron la creación, el pasado 4 de agosto, del Sindicato para la Defensa de la Solidaridad con los Trabajadores de España, cuyas siglas habrían de ser SPDSTE. Convendrá apartarse a una distancia de seguridad de tres metros y medio —tal vez cuatro— de quien intente pronunciarlas.

Un grupo de consonantes empuja a añadirles vocales subconscientemente para que el engendro adquiera sentido. Así sucedería con una hipotética Agrupación Liberal Gallega de Bares y Restaurantes, cuyas siglas ALGBR nos incitarían a leer “álgebra”. Por eso mismo la combinación sonora del SPDSTE invita a pronunciar algo así como “el espedeste”. Por fortuna para ellos, no significa nada.

Pero el sindicato ultraderechista tiene otro asunto oculto en el nombre, porque propugna desde él la defensa de “la solidaridad con los trabajadores”.

Cualquiera que experimente impulsos solidarios lo hará “con” o “hacia” otros, a los que observará por tanto como ajenos. Podemos ser solidarios con los desnutridos, con las mujeres maltratadas, con los desempleados. Pero la solidaridad “con” ellos significa que no somos ellos. Y de este modo, el Sindicato para la Defensa de la Solidaridad con los Trabajadores de España (recordemos, el SPDSTE) no es un sindicato de trabajadores, sino un sindicato que se limita a defender a quien se solidarice con ellos. Si hubieran pensado realmente en un sindicato de trabajadores, lo habrían denominado “Sindicato para la Defensa de la Solidaridad de los Trabajadores de España”, o “entre los Trabajadores de España”. No “con”.

Pero la elección de ese nombre tal vez oculte una segunda intención: que la dificultad de las siglas provoque abreviar todo en “Solidaridad”, como la famosa organización polaca (Solidarność) que en los años ochenta se enfrentó al dictatorial Partido Comunista en el poder. Quizás se trate de representar así una nueva lucha contra el comunismo que la ultraderecha ve en Podemos y, por tanto, en el actual Gobierno.

Sin embargo, hay mucha distancia entre Solidarność y Vox. Esta organización ultraderechista propugna que los trabajadores puedan pactar su sueldo en negociación individual y no colectiva (vaya una solidaridad), que se prohíban los piquetes informativos y que se restrinja el derecho de huelga. Así que, bien mirado, la mayor extorsión que le hace Vox a la lengua con esta nueva organización quizás consista en el propio uso de la palabra “sindicato”.


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Sobre la firma

Álex Grijelmo
Doctor en Periodismo, y PADE (dirección de empresas) por el IESE. Estuvo vinculado a los equipos directivos de EL PAÍS y Prisa desde 1983 hasta 2022, excepto cuando presidió Efe (2004-2012), etapa en la que creó la Fundéu. Ha publicado una docena de libros sobre lenguaje y comunicación. En 2019 recibió el premio Castilla y León de Humanidades

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