¿A qué huelen las ideas? Así es el perfume que captura y estimula los mecanismos de la creatividad
Desert Dawn, el último lanzamiento de Byredo, viaja hasta los desiertos de la mente para crear una fragancia amaderada, de notas cálidas y acentos, sorprendentemente, refrescantes.
La materia prima de Byredo son las ideas: una imagen, una sensación, un recuerdo, una historia… Su fundador, Ben Gorham moldea todos esos conceptos hasta obtener algo tangible digno de traducirse en uno de sus disruptores perfumes. “Mi trabajo consiste en crear detonantes para la imaginación y abrir la mente del público”, aseguraba en una entrevista a ICON. Con su último lanzamiento, Desert Dawn, no solo lo consigue, sino que directamente nos traslada a ese paisaje imaginativo en el que brotan las ideas: una fragancia que se inspira en la imagen del desierto como espacio creativo, para construir un oasis sinuoso de notas amaderadas y envolventes.
El desierto que nos plantea la firma es una metáfora de los meandros y misterios del proceso creativo. Es un paisaje vivo, en constante transformación, en el que el viento y la arena se mueven a su antojo. Una imagen alegórica que olfativamente se materializa en un arranque cálido, con notas especiadas de cardamomo y pétalos de rosa, que evocan la sequedad del desierto. La madera de cedro y sándalo laten en el interior de un corazón envolvente y empolvado. En el fondo, el vetiver ahumado junto con el almizcle de seda y el aroma a limpio del papiro, equilibran la intensidad de la fórmula amaderada, dotándolo de una inesperada frescura.
El viaje creativo que nos propone Byredo culmina en una depurada campaña a cargo del fotógrafo de origen amazónico Rafael Pavarotti. El escenario, las dunas de Maspalomas, en las Islas Canarias, captura la fuerza de la naturaleza en el proceso creativo. Tampoco es casualidad que Cherokee Jack sea el rostro de la fragancia: el modelo de origen nativo americano es conocido por su defensa del medioambiente y la ayuda mutua. Su hipnótica presencia ante la cámara subraya la relación subjetiva y personal que la marca busca establecer con sus perfumes, también su reivindicación de un lujo más inclusivo y diverso culturalmente. Porque Desert Dawn se construye de ideas, no de constructos. Y aunque nos sugiera un viaje tan exuberante, sobre la piel, se revela una fragancia natural y equilibrada, que celebra la belleza de lo esencial.
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