Inspirado en el mito del héroe para impulsar al hombre moderno: ¿Puede un perfume hacernos sentir invencibles?

¿Puede el frasco de un perfume anticipar su éxito? Rabanne eligió la forma de un trofeo para lanzar Invictus y, casualidad o no, se acabó convirtiendo en uno de los triunfos de la marca, una de las fragancias más vendidas de la última década. Inspirado en la mitología griega y la leyenda del héroe, la firma dio forma a una fragancia acuática rompedora, en la que chocaba el frescor de las esencias marinas y cítricas con la sensualidad de la madera, la lavanda y, por supuesto, el laurel. Pero su verdadera hazaña no recae en su estructura olfativa. Invictus logró algo todavía más difícil: conquistar a una generación que necesitaba más que nunca creer en sí misma, un chute de optimismo y energía. El recordatorio de que en la búsqueda de la victoria, como matizaría el diseñador, lo importante es no rendirse.

Porque solo los perfumes tienen esa capacidad de despertar en nosotros todo tipo de emociones, la firma ha seguido sumando capítulos a su mito olfativo. El más reciente, Invictus Parfum, una versión más oscura, sensual y viril. “Mi intención era crear una fragancia para alguien que sabe lo que quiere, entiende su potencial y utiliza el perfume como medio para demostrárselo al mundo”, sostiene Caroline Dumur, responsable, junto a la perfumista Anne Flipo, de esta nueva creación para hombres que “viven la vida según sus propias reglas y están acostumbrados a alcanzar la grandeza”. Hombres como el embajador de Rabanne, el jugador de baloncesto Jalen Green, que sigue encarnando su poder ganador.

El trabajo de ambas perfumistas ha potenciado esa dualidad acuosa y amaderada que tanto caracteriza a Invictus. Caroline Dumur se encargó de su lado más refrescante, despertando el misterio y la virilidad de la lavanda: “Exploré la frescura moderna de la lavanda en las notas de salida, que mezclé con pimienta rosa para realzar las tonalidades tanto aromáticas como minerales”. Por su parte, Anne Flipo, destaca la sensualidad de la característica amaderada, gracias a una combinación de sándalo, cashmeran y un ingrediente totalmente inesperado: “una nota de jabón negro que revela un choque entre una frescura audaz y un exquisito toque de cuero”.

Con la ‘R’ coronando el diseño, el frasco refleja su épica estructura olfativa: una copa esculpida con forma de V, destellos azules profundos y asas doradas. Porque Invictus Parfum es, en fondo y forma, un auténtico trofeo. Y no hay mejor forma de mejorar el día que alzando uno.