El caso Lenny Kravitz: ¿qué hace un famoso en el gimnasio con pantalones de cuero y gafas de sol?

El Instagram de Lenny Kravitz se ha convertido en una caja de sorpresas capaz de revolucionar las redes sociales, al tiempo que hace a la comunidad fitness echarse las manos a la cabeza. El pasado mes de marzo subió a su perfil de Instagram una imagen sin camiseta en la que el cantante, de 59 años, presumía de imponentes abdominales.

Pero el revuelo generado no es comparable al que ha creado un vídeo en el que hace un entrenamiento tres en uno tan exagerado, que parece un gag. Sin embargo, lo realmente llamativo (junto al hecho de que quienes están en el gimnasio de la cadena de lujo Equinox, en Hudson Yards, Manhattan, parecen no estar en absoluto sorprendidos ante semejante estampa) es el atuendo con el que entrena: pantalones de cuero, botines, camiseta transparente y gafas de sol.

Su entrenador, Dodd Romero (que también ha sido entrenador del exjugador de béisbol Alex Rodriguez o Jennifer Lopez), parece estar satisfecho con los entrenamientos, pues ha subido con orgullo el vídeo a su perfil, en el que cada vez que postea alguna imagen de Kravitz, recuerda a sus seguidores que “no hay atajos” para lograr resultados.

Ir al gimnasio con atuendo para enamorar

¿Realmente es recomendable estrenar con pantalones de cuero? “Es una locura”, asegura Manuela Acaso, entrenadora personal. “Se necesita ropa que permita la transpiración y tener un rango de movimiento total, algo que es imposible con un pantalón de cuero”. “Siempre recomiendo entrenar con ropa cómoda, y aunque no indico qué tipo de vestimenta usar, entrenar con pantalones de cuero ni es cómodo, ni es adecuado para realizar la parte técnica de la mejor manera. Es incluso una cuestión de seguridad”, señala por su parte Rubén J. Jiménez, de Urban Sports Club.

Ver a celebridades entrenar con calzado inadecuado no es tan sorprendente, pues figuras como Victoria Beckham y Mariah Carey han subido a sus redes vídeos y fotografías en los que están en la cinta estática con tacones. Pero tacones aparte… ¿son los botines de Kravitz buena idea? Responde Rubén J. Jiménez Delgado. “Las botas no son un calzado adecuado, y por si fuera poco, las que lleva él tienen tacón, que es algo para mí totalmente prohibido. El calzado debe ser plano o con poco de suela, para que el pie se adapte y permita generar estímulos de equilibrio, así como para que los receptores motores y de posición trabajen. Las botas, además, fijan demasiado el tobillo y no permiten hacer una correcta flexo-extensión del mismo”, señala.

Manuela Acaso (y una tendencia en TikTok) indica que cada vez hay más personas que entrenan con Crocs, un calzado que, asegura, no es jamás óptimo para entrenar. “Es una idea aún peor llevarlos en la cinta, ya que no sujetan el pie con seguridad ni permiten realizar movimientos rápidos de piernas sin que se caigan. De hecho, son peligrosos tanto para quien entrena, como para los demás”, añade Jiménez Delgado.

¿Y entrenar descalzo? Acaso explica que ella misma entrena así en muchas ocasiones. “Permite tener mayor estabilidad a la hora de levantar peso, pues cuanto más plano sea el calzado y más contacto directo tenga el pie con una superficie plana, mejor. Ayuda a concentrar los movimientos hacia la musculatura a trabajar, sobre todo cuando se trabaja el tren inferior”, aclara.

Jiménez Delgado matiza que depende del tipo de entrenamiento: “Prescindir de calzado alguno tiene sentido a la hora de trabajar diferentes tareas de equilibrio, propiocepción, core o incluso clases de yoga. Sin embargo, al acudir a la zona en la que se practican ejercicios que requieren trabajar con peso y máquinas, no es conveniente, pues quien vaya descalzo podría golpearse o incluso correr el riesgo de que se caiga el peso encima sin ningún tipo de protección en los pies”.

¿Con qué prendas no hay que entrenar jamás? “Nunca elegiría unos vaqueros, una camisa, una falda… y tampoco un calzado que no se adapte a mi pie y a mi entrenamiento. No creo que las botas, los zapatos de vestir, las chanclas ni las Crocs sean adecuados, y a la hora de hablar de ropa, tampoco elegiría diseños demasiado anchos, pues podrían engancharse con el material o en las máquinas o que no permitan moverse con facilidad, como pasa con la ropa ajustada y rígida, ya que hay que poder realizar todos los ejercicios de manera segura y correcta”.

Mientras que multitud de personas alaban la forma física de Lenny Kravitz, otras tantas coinciden con los entrenadores consultados al señalar que su atuendo es inadecuado, al tiempo que señalan que el entrenamiento tampoco es recomendable. El propio entrenador de Kravitz, que aclara en los comentarios del vídeo que el cantante está levantando una barra de 20 kilos con un disco de cinco kilos a cada lado, cree que aunque la ejecución del ejercicio no es perfecta, sí es una práctica adecuada para su cliente. “Sí, tendría que arquear menos la espalda, pero tras 25 años entrenando juntos al menos tres veces a la semana, entiendo bien su cuerpo, por lo que sé cuándo está en peligro y cuándo no”, dice.

“Me parece disparatado y sobre todo, peligroso. Es más probable que acabe lesionándose con ese ejercicio que mejorando su condición física. Nada tiene sentido en ese vídeo, y promoverlo en redes sociales me parece un mal ejemplo para los jóvenes que le siguen, para quienes acaban de empezar a entrenar o para los que se animen a hacerlo porque ven a su ídolo en el gym. Si pudiera hablar con él, le recomendaría otros ejercicios y una vestimenta adecuada para el entrenamiento”, comenta Rubén J. Jiménez Delgado.

Al margen de looks y entrenamientos más o menos adecuados, Olivia Craighead explica en The Cut por qué cree que este vídeo es un gran ejemplo perfecto de cómo ha de ser el contenido creado por una celebridad. “Es absolutamente divertido, raro e incluso encantador. ¡Hay tantas cosas que amar en él! Desde cómo nadie presta atención en Equinox a la locura que está pasando a su lado hasta el hecho de que tanto Kravitz como su entrenador lleven gafas de sol en el gimnasio. Pero sobre todo, la clave está en el outfit, que encapsula a la perfección la absurdez de la celebridad-persona. No es funcional, pero está sexy con ese atuendo que ninguna persona normal se atrevería al llevar. Que dios te bendiga, Lenny Kravitz”.

Atletas y cantantes

“A veces me siento más una atleta que una cantante”. La frase se le otorga a Pink, una de esas estrellas del pop que, en sus giras, aparte de cantar, baila, salta, se cuelga de cosas y vuela. Si, como en el caso de Kravitz, los entrenamientos y los esculpidos cuerpos de los artistas reciben cada vez más comentarios, admiración y miradas, es porque cantar es ya solo una de las decenas de cosas que se espera que haga una estrella del pop. Taylor Swift declaró a la revista Time que se prepara para sus conciertos cantando todo su repertorio mientras corre en la máquina andadora. Madonna, de 65 años, terminará este mismo mes una gira de 78 conciertos en los que no deja de bailar y moverse por un escenario gigantesco. El intrincado mundo de los entrenamientos de las celebridades no se parece a ningún otro porque exige entrenamientos masivos en tiempos limitados: prepararse para una gira, ponerse un traje de superhéroe o, simplemente, protagonizar una escena de desnudo que el mundo entero va a analizar centímetro a centímetro. Si los entrenamientos de las celebridades fascinan es porque hace mucho que ciertas celebridades están obligadas a ser, como se dice que dijo Pink, atletas. Tal vez eso es lo que hace Lenny Kravitz en el gimnasio encuerado y con gafas de sol: entrenar sin dejar que nadie olvide quién es él.

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