Álvaro de Juana: “Élite’ aspira a entretener. No creo que el público espere lecciones profundas de ella”
El actor madrileño descubrió su vocación leyendo ‘Los tres cerditos’ y hoy da vida a uno de los personajes más poliédricos de ‘Élite’, esa escuela de interpretación y fama global
Tras seis temporadas, la dimensión alternativa en la que viven los personajes de Élite (2018-) se ha convertido en un lugar familiar para la audiencia. Casi deja de sorprender que una de las estudiantes, Isadora, viva en un hotel-discoteca, en el que además se pasean alegremente los tres jóvenes que la agredieron en la anterior temporada. Élite ha demostrado que está por encima de cualquier convencionalismo. Fundamental para esta resiliencia es el personaje de Dídac, encarnado por Álvaro de Juana (Madrid, 20 años). Su intensa noción de justicia y su sentido común marca la diferencia con el resto de compañeros del colegio Encinas. Es la voz de la razón que cohesiona al resto. “Aunque a veces puede llegar a ser demasiado radical”, afirma el actor.
De Juana viene de pasar unos días con sus abuelos en la sierra de Madrid. Llega al estudio en el que se realiza la entrevista con una paz y una quietud que impresionaría a Eckhart Tolle. Tiene una mirada azul y serena, que le confiere un aire de meticulosidad innata difícil hasta para un actor veterano. A la edad en la que la mayoría de los niños están mordisqueando juguetes de goma, él ya había grabado su primer anuncio para la televisión. No faltaba mucho tiempo para que una noche, a los ocho años, vislumbrara con claridad su vocación de intérprete. “Fue leyendo Los tres cerditos con mi madre en casa, algo hizo clic dentro de mí. Noté que sentía mucho lo que estaba diciendo y le pedí que me apuntara a una escuela de interpretación. Desde entonces, he podido corroborar que era lo mío. Ha sido una suerte descubrir mi pasión tan pequeño. Todo el mundo debería buscar la suya, porque cuando la encuentras, es algo mágico”.
Durante tres meses, acudió a una escuela de interpretación en Hortaleza, el barrio madrileño en el que vive. De ahí se presentó al casting de El Rey León, donde trabajó desde los ocho hasta los trece años. Participó en otros musicales como Billy Elliot, Pulgarcito y la adaptación teatral de Bailar en la oscuridad, la película de Lars von Trier (2000) protagonizada por la cantante Björk, que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes de. “Fueron años importantísimos en los que aprendí mucho. Además de trabajar con grandes directores y actores, en varios musicales me dieron cursos de clown, claqué, ballet y acrobacias, que me ayudaron a ganar versatilidad como actor”, recuerda.
Desde el teatro, se aventuró en la televisión. Participó en episodios de series como Vota Juan (2019), pero su gran oportunidad llegó con Amar es para siempre (2013-2023), la ficción diaria de Antena 3, en la que interpretó a Manolín, hijo de Marcelino y Manolita, y que compaginó con sus estudios. “Tuve la suerte de que mis profesores me ayudaron bastante. Me mandaban el temario vía online, e iba un día a hacer los exámenes porque el resto del tiempo estaba grabando”. Interpretó al personaje durante dos años. Con él experimentó todo tipo de situaciones y emociones. “De alguna forma, crecí junto a él. Actuando a diario aprendes a memorizar secuencias rápidamente. Entre esa experiencia y el teatro, adquirí bastante oficio de actor que me preparó para lo que vino después, aunque en esta profesión siempre hay que aprender algo nuevo”.
Lo que vino después fue su papel en la serie Hit de TVE, emitida en prime time y, sobre todo, su papel de Dídac en Élite. Se unió al elenco en la sexta temporada, junto a otros jóvenes como Álex Pastrana, Ana Bokesa, Ander Puig y Carmen Arrufat, con quien ya había coincidido en Hit. “Me llamaron para un casting masivo sin decirme para qué era. Asistí y, dos semanas después, me contactaron para otras dos pruebas adicionales en persona”. Dedicó tres meses a preparar el personaje de Dídac, un chico que trabaja en el hotel-discoteca de Isadora, y está estrechamente vinculado a los integrantes de esa ‘manada’ que, pese a cometer una agresión sexual, consiguen eludir las consecuencias tanto judiciales como sociales.
La sólida brújula moral de su personaje le impulsa a investigar a fondo, aunque tenga que pagar el precio de perder una amistad de toda la vida. “Dídac es alguien con una clara escala de valores. Es riguroso consigo mismo y muy autocrítico. Se esfuerza por hacer bien las cosas y espera lo mismo de los demás. Cuando algo no está bien, siente una imperiosa necesidad de corregirlo, muchas veces de manera inconsciente”, detalla el actor. Uno de los desafíos más significativos al dar vida a su personaje fue comprender que, en ocasiones, los agresores pueden ser personas que has conocido toda tu vida. “Es un reflejo de la realidad; solemos creer que esto solo ocurre fuera de nuestros círculos, pero no es necesariamente así. Un agresor no siempre es alguien escondido en un callejón”, reflexiona.
La sexta temporada de Élite abordó temas sensibles como la homofobia, violencia de género, transfobia, racismo y violaciones grupales. Paralelamente, mantuvo su compromiso de representar diversas orientaciones sexuales y cuestiones de género. “Es una serie que te permite ver en un espacio que no suele ser habitual una explosión de realidades”. De Juana enfatiza que la esencia de la serie no está en promulgar grandes valores ni perseguir la cumbre de la perfección artística. “Es un producto que esencialmente aspira a entretener. No pienso que el público espere lecciones profundas de ella. Es una serie excelente para poder relajarse, y hay mucha gente que la disfruta de esa manera”.
Asegura que la serie no ha afectado a su vida diaria. “Cuando entras en Élite siempre tienes la sensación de que no sabes dónde te estás metiendo muy bien. Lógicamente ahora me conocen más que antes, también fuera de España. Pero después del estreno siempre se va relajando”. Agradece la genuina amabilidad y naturalidad de los fans que se acercan en la calle o piden una foto. “No me obliga a cambiar nada en mi vida porque no es nada masivo. La gente valora mi trabajo pero no me incomoda”. En cuanto a la euforia alrededor de la serie, sostiene que, aunque todavía la ven unos 30 millones de personas en el mundo, la fervorosidad ha disminuido. “Es normal que con el paso del tiempo la gente se lo tome un poco más chill”. Tiene asegurada la continuidad en la próxima temporada que se estrenará el 20 de octubre, y anticipa una evolución en su personaje. “Veremos a mi personaje disfrutando más y tomando riesgos. Está empezando a preocuparse por sí mismo y a luchar por lo que quiere, aunque ello tenga un coste”.
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