De Moncler a Grindr: Pol Anglada, el joven artista español que está conquistando el mundo de la ilustración
Los dibujos de este valenciano, llenos de color, sentido del humor y homoerotismo festivo, se han hecho un lugar en la industria del lujo sin perder su potencia como arma reivindicativa
Pol Anglada (Manlleu, Barcelona, 1991) suele insistir en que se expresa mejor con imágenes que con palabras. Y, sin embargo, cuando se define como “un introvertido que disfruta como un tonto con un lápiz, papel y tres horas para poder estar solo”, o como “el primer varón de la familia que no perdió el oremus al ver una pelota”, resulta inevitable reconocerle también talento verbal.
“He dibujado desde pequeño. Vengo de una familia de electricistas, pero mi padre y mi abuelo siempre han dibujado, hasta en los albaranes”. Desde entonces, los lápices han sido su reducto personal, “una forma de ignorar a los demás sin ser borde”. Se formó como diseñador de moda, encontró trabajo en París, y allí lleva diez años. Pol dibuja. Dibuja mucho, en forma de diario personal, en sus ratos libres.
En 2016 fundó junto a unos amigos el fanzine Freetime, que celebra el dibujo como pasatiempo, autobiografía e identidad. “Como niño queer, en la adolescencia empecé a interesarme por el cuerpo y la anatomía, especialmente a través de la colección de cómics de mi padre. El Víbora, El Jueves, Milo Manara, cómics medio quinquis y medio punkis que cayeron en mis manos a los 13 años, en pleno despertar sexual”, explica. Ese imaginario irreverente y libérrimo está en sus ilustraciones homoeróticas y oníricas.
El chaval que llevaba camisetas de La Polla Records y Soziedad Alkoholika ahora diseña camisetas, pegatinas y otras piezas del collage de la identidad. No está solo: firmas de lujo de vanguardia, como J.W. Anderson y Moncler, solicitan sus ilustraciones. Lo último es una colaboración con la app de citas gais Grindr. “Me interesa la masculinidad desde la vulnerabilidad, la fraternidad y la introspección. Son aspectos algo abstractos, pero intento darles continuidad, como un puzzle a medio hacer”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.