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Bugaboo Giraffe
ICON PARA BUGABOO
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Cómo mantener el orden y la estética en una casa con bebé: la directora creativa Nuria Val tiene las claves

Entre el temperamento hygge nórdico y el espíritu mediterráneo, la trotamundos conocida como Frecklesnur ha encontrado en la silla evolutiva Bugaboo Giraffe el cómplice perfecto para ver crecer a su hija en un hogar que integra (también) el diseño para los más pequeños.

Un hijo no solo te cambia la vida, también tiene un impacto transformador, por no decir revolucionario, en la arquitectura doméstica. Bajo el brazo, todos vienen en realidad con una larga y específica lista de gadgets, juguetes coloristas e indicaciones alarmantes para mantenerlos a salvo. ¿Es posible integrar ese exigente universo infantil en un hogar sin poner en peligro su estética? “Está siendo un poco reto”, bromea al otro lado del teléfono Nuria Val, más conocida por su alter ego wanderlust @Frecklesnur y co-creadora de la marca de belleza sostenible Rowse. “Olivia aún es muy pequeña y está en pleno desarrollo cognitivo en el que todo lo quiere tocar. Tampoco quiero cambiarlo todo, quiero que ella aprenda y se adapte a donde vive. Estamos todos aprendiendo en este proceso”.

Bugaboo Giraffe

Olivia es la niña que tiene con su pareja (personal y profesional), el fotógrafo catalán Coke Bartrina. Juntos llevan años recorriendo los lugares más espectaculares del mundo e inmortalizándolos en unas instantáneas en las que, aunque la auténtica protagonista es la naturaleza, también se advierte un gusto por la calmada arquitectura mediterránea y el minimalismo nórdico, parámetros que trata de encontrar también en el mobiliario infantil. “Me fijo mucho en el diseño y esta silla se integra muy bien con mi casa, porque además de bonita es discreta. Me gusta que las cosas de niños no tengan esa estética necesariamente infantil”, dice Val en referencia a su última incorporación doméstica, la nueva silla evolutiva Bugaboo Giraffe. La marca creada por el holandés Max Barenbrug en 1984 nació, precisamente, como respuesta a esos diseños incómodos y estridentes que dominaban el mercado de cochecitos de bebé, antes de que lo revolucionara y convirtiera su robusta estructura en forma de ‘x’ en una de las sillas más deseadas e imitadas del mercado.


De diseño adaptable y materiales sostenibles, la silla ergonómica Bugaboo Giraffe —la primera trona del catálogo de la marca—, se concibió con una estructura piramidal armónica para adaptarse a las distintas edades de los niños, pero también a los gustos estéticos de sus padres. Y es así como logran que un icono del diseño moderno se mimetice perfectamente en una cocina puramente mediterránea, de baldosines de cerámica y cortinas artesanales bajo la encimera, como la que tiene la pareja en una pequeña casa de campo en Tarragona.

“Creo que lo bonito está en la sencillez y es lo que busco transmitir en general, tanto en la decoración de casa como en los diseños que lanzamos en Rowse: sacar lo bonito de las cosas sencillas”, comenta la creativa, enunciando, sin quererlo, el primer principio de la filosofía hygge. Un concepto nórdico que propone rodearnos de las cosas que nos hacen felices y disfrutar de esos pequeños momentos familiares y caseros. Lo que se traduce en unas pautas decorativas muy concretas con las que además podemos encontrar la armonía estética entre todos los miembros del hogar.

Bugaboo Giraffe

La comodidad frente a lo decorativo

Aunque hygge no tiene una traducción literal, sí tiene muchas aceptaciones libres: significa calidez, comodidad o, como describe Frecklesnur la esencia de su casa, “súper relax”. “Después de viajar tanto, quería un lugar que fuera casa-casa, en el que me sintiera muy cómoda y muy relajada”, explica Nuria Val, que destaca la importancia de una gama cromática de colores neutros y de materiales como las maderas nobles, especialmente si son de proximidad. Porque la filosofía hygge es como el buen diseño, coloca a las personas en el centro y busca la forma de elevar su bienestar, con diseños acogedores y cómodos; algo imprescindible cuando se trata de los más pequeños de la casa. “Lo que más me ha sorprendido de la silla es que es muy ligera y versátil: la puedo poner dentro o fuera, bajo el olivo”, apunta.

Pocas cosas, pero adaptables

“Creo que cada vez somos más conscientes de que todo lo que compramos tiene que pensarse bien y tener un sentido. Hemos estado muchos años sobresaturándonos de muchas cosas y creo que el mundo empieza a ser más consciente y sostenible”, confía la empresaria, que a la hora de hacer sus elecciones premia la transparencia en los procesos de fabricación y la durabilidad de las cosas. ¿Cómo se compagina esa mirada con un mundo de rápida obsolescencia como es el infantil? En Bugaboo apuestan por la adaptabilidad de los diseños. Porque la silla evolutiva Bugaboo Giraffe está fabricada con materiales sostenibles —está hecha de madera de haya europea certificada por FSC® y plástico fabricado con materiales de base biológica certificados por ISCC, lo que reduce su huella de carbono un 61 %—, pero su punto fuerte es su ergonomía y personalización. Cuenta con cinco soluciones distintas para sentarse, adaptadas a las diferentes etapas de los niños, desde recién nacido hasta convertirse en adulto. De ahí la importancia de un diseño robusto.

La importancia de la luz

Se suele decir que la necesidad estimula la creatividad y quizá por eso en la filosofía nórdica, a falta de horas de luz, dominan el arte de simularla con velas y lámparas tenues. “Me encanta que haya velas”, coincide Val. “Es un poco mi manía decorativa, pero dan un ambiente muy agradable y siempre intento que parte de la decoración de casa las incluya en todas las estancias”.

Bugaboo Giraffe

Espacios Abiertos

Aunque las imágenes que siempre asociamos al hygge están protagonizadas por mantas de tartán, fuego en la chimenea o tazas humeantes, se trata simplemente de encontrar ese rincón en el que nos encontramos a gusto. Para Nuria Val es la cocina: “Es la parte central de mi casa, un espacio abierto en donde se comparte y donde, siempre que vienen amigos a casa, acaban allí alrededor de la isla”. Los espacio diáfanos no solo son una gran tendencia deco, cuando hay niños se vuelve una máxima imprescindible, para que puedan moverse a sus anchas y no perderlo de vista en cada momento.

Tiempo de calidad

“El tiempo que estamos juntos, intentamos que sea en compañía lo máximo que podemos”, comenta Val. Porque una casa de verdad es la mezcla de la gente que vive en ella, ¿por qué tendríamos que esconder el universo infantil en una habitación? La silla Bugaboo Giraffe blanca –está disponible en cinco colores diferentes– se integra a la perfección con la blancura mediterránea y sus paredes de cal. Es fácil lograrlo con muebles que cumplen la ecuación: forma, función y armonía.

Bugaboo Giraffe

Una habitación propia

Tras una larga pandemia y ahora que es madre, lo que más valora Val es ese momento en el que saca, aunque sea brevemente, un poco de tiempo para ella misma o sus rituales de belleza. “Olivia tiene su propia habitación y aunque todavía no puede estar sola porque es muy pequeña, seguro que también le encantará”, explica la directora creativa sobre la importancia de que los niños cuenten con sus propios espacios en donde desarrollar su independencia –uno de los pilares de la famosa filosofía Montessori–. Con infintos gadgets para personalizarla –una estructura mecedora, un pack para recién nacidos, un pack para bebés con arnés, una silla para niños pequeños, una bandeja apta para lavavajillas– la silla evolutiva Bugaboo Giraffe está concebida para ser su centro de operaciones: para comer, jugar, crear o crecer.

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