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¿Estamos a tiempo de salvar la artesanía española?

El Foro de Artes y Oficios se estrena en el Museo Thyssen Bornemisza con una jornada de charlas en ‘streaming’ impulsadas por profesionales como Tomás Alía y María Subrá

Carlos Primo
Un detalle del taller Hijos de F. Potenciano en Toledo, uno de los talleres de hojalatería más veteranos de España.
Un detalle del taller Hijos de F. Potenciano en Toledo, uno de los talleres de hojalatería más veteranos de España.Yago Castromil

Una llamada de auxilio cinco minutos antes de la debacle. Suena dramático, pero muchos expertos aseguran que la metáfora no es exagerada si se aplica a la artesanía española. “Somos ricos en patrimonio artesanal, pero esa riqueza nos la estamos fumando”, sentencia el arquitecto y diseñador Tomás Alía. “Somos diversos y singulares, pero eso hay que protegerlo”, añade. El toledano sabe bien de lo que habla: en los últimos años, ha recorrido talleres de toda España para tratar de mapear los pequeños núcleos de resistencia que aún sobreviven en forma de talleres de plateros, esparteros, ceramistas, tejedores o ebanistas. Y lo que se ha encontrado es descorazonador. “El patrimonio artesano español está en un momento crítico”, explica. “Hemos viajado por toda España y la situación es verdaderamente grave. Gran parte de sus ingresos procedían de los viajeros, y la caída del turismo del último año les ha hecho mucho daño”. De esa inquietud surge el nuevo proyecto en el que se ha embarcado junto a un grupo de expertos: la asociación Contemporánea de Artes y Oficios, una iniciativa que este miércoles tiene su puesta de largo en una jornada auspiciada por el Ministerio de Cultura y Deporte, celebrada en el Museo Thyssen-Bornemisza y emitida en abierto en streaming.

El título del proyecto, La artesanía contemporánea: innovación, diseño y sostenibilidad, es casi un resumen de los puntos que articulan esta iniciativa que nace con la intención de tender puentes entre la artesanía y la empresa, las instituciones y las fundaciones de iniciativa privada. “Nos hemos aunado para crear estas jornadas y revisar la situación actual de la artesanía”, apunta Alía. Durante la jornada, distintas mesas redondas y conferencias plantearán cuestiones relacionadas con el estado actual de este sector que aún tiene pendiente una revolución crucial: la modernización. “Es algo que en España hemos sabido hacer muy bien con la gastronomía”, apunta el diseñador. “En su momento, la apertura del Basque Culinary Center sirvió para educar a toda una generación en la necesidad de formar grandes chefs. Gracias a ello, hoy la gastronomía española es muy potente y moderna. Pero nos hemos olvidado de la artesanía, que es parte de nuestro patrimonio cultural y que habla de los vínculos emocionales de un país”.

El diseñador y arquitecto Tomás Alía, retratado por Yago Castromil para ICON Design en el taller del maestro tornero Luis Velasco Vega, en Toledo.
El diseñador y arquitecto Tomás Alía, retratado por Yago Castromil para ICON Design en el taller del maestro tornero Luis Velasco Vega, en Toledo.Yago Castromil

Con el apoyo del Museo Thyssen y del Ministerio de Cultura y Deporte, la jornada contará con tres paneles de expertos en torno a sostenibilidad, emprendimiento y diseño, moderados por nombres muy conocidos en los círculos españoles del diseño: Marta Riopérez, Enric Pastor, Xavi Calvo y Marisa Santamaría. En las mesas redondas se presentarán experiencias como las de la diseñadora textil Inés Rir, el empresario Javier Goyeneche (Ecoalf), la artesana Idoia Cuesta o la creadora de moda Sybilla. También las de iniciativas independientes e institucionales que abordan desde el mobiliario hasta la cerámica, tanto mediante la intervención directa de los ponentes como a través de piezas en vídeo que recogen testimonios, visiones y alegatos en torno a la excelencia artesana en España. La última mesa es la que apunta soluciones de futuro a partir de proyectos muy concretos: Fundesarte –la iniciativa institucional que se ocupa de la promoción exterior de la artesanía española–, Michelangelo Foundation for Creativity and Craftmanship, y la Fundación Richard H. Driehaus y de Red de Maestros.

El objetivo final es, según sus organizadores, dar visibilidad a esta laguna en el tejido institucional español para tratar de atraer a empresas y entidades colaboradoras que hagan suya esta lucha. La cofundadora de Contemporánea de Artes y Oficios, María Subrá, insiste en la urgencia de esta iniciativa. “En otros países de Europa, la artesanía renovada a través del diseño tiene éxito e incluso popularidad. Hay ferias los fines de semana a las que van las familias con el carrito del niño. La artesanía es más económica que el arte contemporáneo pero a la vez ofrece productos únicos muy demandados en una época en que estamos saturados de lo low cost”.

En España, la situación es muy distinta. Subrá señala los indicadores de esta crisis: los artesanos no evolucionan y siguen repitiendo patrones de siempre, no hay diálogo con los diseñadores, relevo generacional ni digitalización. “Creemos que, después de la gastronomía, esta es la siguiente revolución”, explica. “Nuestra iniciativa es civil, cultural y completamente pro bono, impulsada por un grupo de apasionados de la artesanía”. El objetivo, asegura, es lanzar una llamada de auxilio en defensa de los oficios artesanos y del patrimonio artesano, y dirigir esa llamada a las empresas que, a través de sus fundaciones o su responsabilidad social corporativa, pueden ayudar a dar continuidad a este sector que se encuentra en un momento crítico.

Subrá conoce este fenómeno en primera persona. “Vengo de una familia de plateros. Nuestro taller cerró sus puertas en 1982 y ya no queda nadie de nuestra época haciendo platería en Madrid. Y es una lástima, porque la artesanía es una magnífica forma de ganarse la vida. El emprendimiento se asocia a lo digital. ¿Por qué no a un taller artesano? No requiere mucha inversión, y la clave son las manos del artesano y el talento”. Tanto ella como Alía, que procede de una familia muy ligada a las labores de Lagartera, subrayan otro elemento articulador de esta propuesta: la repoblación de la España rural. “La artesanía crea puestos de trabajo en entornos rurales y contribuye a la sostenibilidad”, apunta Subrá, y lanza una serie de preguntas. “¿Por qué no se promociona? ¿Por qué no se instala wifi gratuito en zonas rurales? Por qué no se incide en la formación en estas disciplinas cuando hay demanda de personal cualificado y los puestos de trabajo no llegan a cubrirse? ¿Por qué no pensar que de un pequeño taller puede surgir una gran empresa?”. “No todo es una licenciatura”, añade Alía. “Es fundamental mostrar a la gente joven que la artesanía tiene futuro. En Europa se está hablando de una nueva Bauhaus, y hay que incidir en que el bienestar tiene que ver con el pensamiento, la arquitectura y la convivencia, pero también con los objetos cotidianos”.

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Sobre la firma

Carlos Primo
Redactor de ICON y ICON Design, donde coordina la redacción de moda, belleza y diseño. Escribe sobre cultura y estilo en EL PAÍS. Es Licenciado y Doctor en Periodismo por la UCM

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