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Kim Kardashian y Donald Trump, una historia de amor, odio, traseros y desplantes telefónicos

Un libro del periodista Jonathan Karl desvela que hace cinco años, cuando la empresaria le pidió al expresidente de EE UU que indultara a ciertos presos, él le pidió que impulsara su popularidad. Al no lograrlo, él la rechazó

Donald Trump and  Kim Kardashian
Donald Trump escucha el discurso que Kim Kardashian pronunció en la Casa Blanca el 13 de junio de 2019.Sarah Silbiger (Bloomberg)
María Porcel

Los dos son polémicos, omnipresentes y divisorios. Pero hasta ahí llegan las semejanzas entre Kim Kardashian (Los Ángeles, 43 años) y Donald Trump (Nueva York, 77 años). Como las estrellas mediáticas que son, y en su constante búsqueda del favor del público —cada uno por sus propios intereses, políticos, empresariales o de imagen personal—, han sabido aprovecharse el uno del otro en ciertos momentos hasta que sus obvias diferencias han hecho que su débil relación saltara por los aires. Ahora un nuevo libro centrado en la figura del expresidente de Estados Unidos desgrana cómo ha sido la relación entre ambos. Y cordial no es la palabra.

El periodista Jonathan Karl, corresponsal de la cadena ABC News para la Casa Blanca con un cuarto de siglo de carrera a sus espaldas, ha escrito Tired of Winning (cansado de ganar, en su traducción al español), que sale a la venta este martes 14 de noviembre y donde relata el camino del expresidente desde que perdiera ante Joe Biden y se marchara a su residencia de Mar-a-Lago en Florida hasta el día de hoy, cuando parece ser el republicano con más posibilidades de dominar en la carrera a la Casa Blanca de 2024. Entre las anécdotas que relata a lo largo de sus más de 330 páginas está la de los encuentros y, sobre todo, desencuentros con la empresaria y estrella de la telerrealidad.

Kardashian y Trump se conocen desde hace años, pero su relación se estrechó en 2018. Por entonces, ella estaba casada con el músico y diseñador Kanye West, del que se separó en enero de 2021. También estaba estudiando Derecho con la intención de convertirse en abogada, y una de sus principales causas era la de indultar a personas que estaban en la cárcel desde años atrás cumpliendo largas condenas sin haber cometido delitos de sangre. Por ello, a finales de mayo de 2018 se reunió con Trump, entonces presidente, en la Casa Blanca gracias a la invitación de su yerno y asesor, Jared Kushner. Allí hablaron de un posible indulto a una mujer afroamericana de 63 años llamada Alice Marie Johnson, que entonces cumplía cadena perpetua y llevaba 22 años en prisión por delitos de posesión de cocaína y lavado de dinero. Apenas una semana después llegaba el indulto para Johnson por parte del mandatario, en una decisión polémica por la intervención de Trump en una cuestión judicial.

En junio de 2019, Kardashian regresó a Washington para hablar con el presidente y esta vez incluso dar una rueda de prensa en la Casa Blanca, de nuevo en pos de una mejora del sistema penitenciario estadounidense. Sin embargo, ya no se les volvió a ver juntos. Según relata Karl en su libro, Trump quiso aprovechar los beneficios de la inmensa proyección pública de la celebridad televisiva, y la multimillonaria empresaria incluso llegó a ceder, pero las cosas no salieron como ninguno de los dos pretendía. “Una fuente familiarizada con las conversaciones me contó que Trump escuchó sus peticiones y le pidió un sencillo quid pro quo. Él garantizaría los indultos, le dijo a Kardashian, si ella aprovechaba sus conexiones con otras celebridades para que sus amigos jugadores de fútbol [americano] le visitaran en la Casa Blanca”, escribe el periodista, en un extracto adelantado por el medio Axios. “Kardashian llegó a intentar lo que le pidió Trump, viendo que era un pequeño precio a pagar a cambio de conseguir justicia para personas que creía que estaban cumpliendo condenas injustas. Pero todos los futbolistas con los que contactó lo rechazaron. Trump se había vuelto demasiado tóxico. En las dos últimas semanas de su presidencia, nadie quería estar cerca de él”.

El libro de Karl está centrado en la época posterior a su estancia en la Casa Blanca, en estos últimos tres años, y por ahí continúa la historia. Al parecer, Kardashian trató de contactar con Trump cuando él ya estaba en Mar-a-Lago para que la ayudara con otro indulto. Él le devolvió la llamada rápidamente. “Ni de broma’, le soltó el presidente. No lo haría. ‘¿Has votado a Biden y ahora vienes a pedirme favores?’, le dijo Trump”, se lee en el libro de Karl. Aunque Kim Kardashian no hizo público el sentido de su voto en las elecciones de 2020 en las que ganó el actual presidente Joe Biden, después de que se conociera su victoria colgó varios tuits mostrando su alegría por que hubiese salido elegido el demócrata, con corazones. “Después de unas pocas palabras más, la línea quedó en silencio. Trump le había colgado”.

Donald Trump
Donald Trump y Kim Kardashian durante un evento de la cadena NBC, en Nueva York, el 10 de noviembre de 2010.Mathew Imaging (WireImage)

Kardashian nunca fue una gran defensora de Donald Trump. En 2016 ya dejó claro que iba a votar por Hillary Clinton, colgando fotografías junto a ella con la etiqueta “Hillary Presidenta”, y escribiendo una opinión personal en su página web. Trump jamás ha sido elegante con la estrella. En una entrevista de 2013, el empresario no dudó en criticar el cuerpo de Kardashian y su forma de vestir —cuestiones ambas que, además, la han convertido en un icono global—, y en hacerlo cuando estaba embarazada de su primera hija: “Se ha puesto un poco más gorda. Diría esto: no creo que deba vestirse como si pesara 120 libras [54 kilos]”. En junio de 2014, en el programa The Howard Stern Show, le preguntaron a quién veía más guapa, si a Kim Kardashian o a Jennifer Lopez. Pero él dijo que ninguna y criticó el trasero de Kardashian al ser preguntado si le parecía demasiado grande: “Bueno, por supuesto. Es de récord. En los viejos tiempos diríamos que tiene mal cuerpo”.

El libro de Karl no ha sentado bien en el entorno de Trump, y eso que todavía quedan detalles por conocerse. En su tono de matonismo habitual, un portavoz del exmandatario ha desmentido lo escrito. “El vergonzoso y nada talentoso John Carl [sic] es un personaje secundario que por obvias razones jamás podría tener un programa propio. Los extractos publicados anteriormente de ese ‘libro’ [con comillas en el original] ya han sido rigurosamente desacreditados. Esta porquería pertenece al contenedor de la sección de descuentos o debería usarse como papel higiénico”.

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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.

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