Victoria de Hohenlohe, duquesa de Medinaceli y la mujer con más títulos nobiliarios de Europa, se casa en Jerez (pero no en un palacio de su familia)

Tiene 26 años y casi medio centenar de títulos reconocidos en España —en concreto, 43—, lo que convierte a la joven Victoria de Hohenlohe, duquesa de Medinaceli, en la noble con más títulos de Europa. Su nombre —si obviamos los títulos— puede no resultar del todo familiar, puesto que la discreta aristócrata ha preferido mantenerse siempre al margen de las páginas de la prensa del corazón que sí llenaron, por distintos motivos, sus antepasados. Estas semanas, sin embargo, la duquesa de Medinaceli ha aparecido en diversos medios debido a su enlace, este sábado 14 de octubre, con el analista financiero Maxime Corneille. Será en la iglesia de San Miguel de Jerez de la Frontera (Cádiz). Llama la atención, sin embargo, que no dará el “sí, quiero” en ninguna de las impresionantes joyas arquitectónicas pertenecientes a la casa Medinaceli —que incluye varios palacios, entre ellos La Casa Pilatos, en Sevilla; el palacio de Oca, en Pontevedra; o el Hospital Tavera, en Toledo—. Las propiedades pertenecen a la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, que preside Ignacio Medina, duque de Segorbe, quien se encuentra desde hace años en pugna con los herederos de la familia. Porque una cosa son los títulos y otra, el patrimonio.

Victoria de Hohenlohe es nieta de Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa (Madrid, 1917 - Sevilla, 2013), la decimoctava duquesa de Medinaceli, y Rafael Medina y Villalonga, duque de Alcalá de los Gazules (Bilbao, 1905 - Sevilla, 1992). De los cuatro hijos de este matrimonio solo sobrevive uno, Ignacio Medina, tío abuelo de la novia, encargado de gestionar el patrimonio familiar y que, en el año 2021, en contra de las últimas voluntades de su madre, expulsó a sus sobrinos de la fundación por haber demandado en los juzgados a la propia fundación para recibir su parte de la legítima. Los otros tres hijos del matrimonio aparecieron de manera habitual en las revistas del corazón, convirtiéndose en una de esas sagas de la aristocracia que sazona la actualidad de escándalos. El más infame fue el caso de Rafael Medina, duque de Feria, y exmarido de la socialité Naty Abascal, condenado por corrupción de menores y tráfico de drogas, y que ingresó en prisión en 1993 y falleció en 2001 por sobredosis de barbitúricos. Luis, duque de Santiesteban, falleció en 2011, y Ana Medina, la primogénita del matrimonio, falleció en Madrid en 2012.

Tras el cambio de la ley española de sucesión de títulos nobiliarios de 2006, que fijó el derecho en el primogénito y no en el género de este, el ducado de Medinaceli, uno de los títulos de nobleza más importantes de España, pasó al hijo de Ana Medina, Marco de Hohenlohe-Langenburg, padre de la novia.

Marco contrajo matrimonio con la alemana Sandra Schmidt-Polex, con quien tuvo dos hijos, Victoria y Alexander, fruto de esta unión que duró desde 1996 hasta 2004. Victoria nació en Málaga el 17 de marzo de 1997 aunque, tras el divorcio de sus padres, tanto ella como su hermano se trasladaron a vivir a Múnich con su madre. Regresó a España para estudiar la carrera, Relaciones Internacionales en el Instituto de Empresa de Madrid y, más adelante, un máster de Conflictos, Seguridad y Desarrollo en el Kings College de Londres. Según su perfil de LinkedIn, la duquesa trabaja en MJ Hudson como analista y consultora de inversión responsable.

La tragedia volvió a golpear a los Medinaceli en agosto de 2016, cuando Marco falleció en Sevilla, a los 54 años, después de pasar días en coma en un hospital de la capital hispalense tras una larga enfermedad. Tras la muerte de su padre, Victoria pasó a convertirse en la duquesa más joven de la historia de la casa de Medinaceli. Dos años más tarde, con 21, se convirtió en la persona con más títulos nobiliarios de toda Europa —de los 43 que tiene, 10 de ellos son con Grandeza de España, que la acredita como descendiente directo del rey Alfonso X El Sabio—. El Ministerio de Justicia hizo pública esta información en el Boletín Oficial del Estado, informando que la joven pasaba a ser oficialmente también marquesa de Priego, marquesa de la Torrecilla, marquesa de Camarasa, marquesa de Aytona, duquesa de Tarifa, duquesa de Denia, duquesa de Camiña, duquesa de Alcalá de los Gazules y condesa de Santa Gadea. Victoria consiguió así apropiarse de algunos títulos que habían recaído sobre su tío —y que llegó a reclamar en tribunales—, gestor de todo el patrimonio familiar.

En la revista ¡Hola! la definen como “alérgica a los medios”, aunque en los últimos años su nombre ha aparecido junto a muchos de sus primos, entre ellos los hermanos Medina, hijos de Naty Abascal, debido a la disputa que mantienen con su tío abuelo por el patrimonio y la herencia Medinaceli. El último fallo, recurrible, daba la razón a los nietos y bisnietos frente a su tío, presidente vitalicio de la fundación que gestiona, entre otras, la Casa Pilatos de Sevilla (además de tierras y numerosas obras de arte), y se informó que los herederos recibirán casi 20 millones de euros en concepto de legítima. A él ni está ni se le espera en la boda que también se celebra en la finca Salto al cielo, un cortijo en la campiña de Jerez —a la que sí acuden miembros de las principales casas aristocráticas de nuestro país—, pero el grito ‘¡Vivan los novios!’ no sonará en ninguno de sus palacios.