Malú habla por primera vez de su ruptura con Albert Rivera: “Crees en algo y luchas por ello con todas tus fuerzas, pero a veces no se da”
La cantante y el expolítico terminaron su relación de cuatro años en junio. Mientras él ha sido fotografiado en actitud cariñosa con su supuesta nueva pareja, la artista ha mantenido su habitual discreción
La relación de Malú y Albert Rivera siempre se caracterizó por la discreción. Su recién acabado romance comenzó en diciembre de 2018, después de que los dos coincidieran en una fiesta organizada por Alejandro Sanz con motivo del 50º cumpleaños del artista. Pero no se les vio juntos hasta seis meses después, cuando la revista ¡Hola! consiguió unas imágenes de la cantante, de 41 años, y el exlíder de Ciudadanos, de 43, caminando por la calle, juntos pero separados, sin ningún atisbo de contacto físico por parte de ninguno de los dos. Esa ha sido la tónica general de la pareja durante sus cuatro años de noviazgo: poca exposición y prácticamente ninguna declaración pública sobre el otro o su relación, más allá de anunciar el embarazo de Malú en 2019 y el nacimiento de su única hija en común, Lucía, en junio de 2020. Tres años después, y tras varias semanas de especulaciones sobre una posible separación, se confirmó la noticia. Tampoco lo hicieron ellos, sino amigos cercanos, que aseguraron que se debía simplemente a “un desgaste de la relación”. Este viernes, sin embargo, la cantante ha roto su silencio sobre la ruptura con el expolítico en una entrevista con la revista Elle, donde se ha sincerado sobre su carrera, la maternidad y, muy brevemente, sobre el desamor.
“No soy ni seré la primera ni la última persona que se separa. En ocasiones, crees en algo y luchas por ello con todas tus fuerzas. Pero a veces no se da. Y no es culpa de nadie, no es malo ni bueno, sucede sin más. De modo que hay que tratar de entenderlo y asumirlo de la mejor forma posible”, afirma Malú. Estas declaraciones, además, se han publicado tan solo dos días después de que Rivera fuera el protagonista de la portada de la revista Semana con su supuesta nueva novia, la diseñadora e influencer Carla Cotterli, de 35 años. Las fotografías del interior de la publicación los muestran en un barco en Ibiza, besándose y regalándose gestos cariñosos, algo que contrasta con las discretas imágenes que los paparazis han logrado captar del romance entre Rivera y Malú durante los cuatro años que duró. “Pienso, de verdad, que las cosas hay que hacerlas bien, aunque evidentemente es mucho más fácil empezar una relación que salir de ella. Pero cuando te vas de un sitio conviene recordar cómo entraste. Y eso, con seguridad, te ayuda a olvidar por qué te marchas y a traspasar la puerta con lo bueno en tu cabeza”, admite la cantante en la entrevista.
Preguntada acerca de si sigue creyendo en el amor, Malú garantiza que sí, “siempre”, pero con matices: “No solamente en el que puedes sentir hacia una pareja, sino en el amor a la familia, a la vida, a los hijos... Creo en la pureza del amor. Hay quien dice que una madre es capaz de levantar un camión si su hijo está debajo. Esa frase ya lo dice todo. El amor mueve el mundo”. La entrevista está plagada de referencias a su hija Lucía, de tres años, a quien agradece que le haya quitado “todas las tonterías de encima”. “Si en ti había una pizca de egoísmo, se acaba completamente, porque ya tu vida es para otra persona, para un ser humano en miniatura. Creo que no hay nada más puro ni más bello que un hijo”. Lucía es la única hija de Malú, pero la segunda de Rivera, que tiene a Daniela fruto de una relación anterior.
En la revista Semana con la portada protagonizada por Rivera y Cotterli hay también un par de páginas dedicadas a las vacaciones que Malú está disfrutando en Cádiz con su hija. “Yo me he dedicado a mi hija, y es algo que no pienso dejar de hacer, pero tampoco voy a renunciar a trabajar o a estar satisfecha como mujer, porque no me siento completa si exclusivamente soy madre, ni tampoco siendo solo artista. Soy ambas cosas y lo soy al 100%”, recuerda la cantante en Elle. También insiste en lo que ya se sabía, que no le gusta airear su vida personal públicamente: “No quiero parecer borde o antipática, es que creo que mi intimidad no es importante. Prefiero que se hable de mi trabajo, y si quieres criticar, hazlo, pero con mi música”.
A Albert Rivera parece que cada vez le importa menos que lo capten los focos de las cámaras. Justo una semana antes de salir a la luz las fotos con su supuesta nueva pareja, la revista Lecturas publicó también unas imágenes en las que el abogado se daba un baño y unos besos en Ibiza junto a otra mujer, la actriz Aysha Daraaui, quien negó cualquier tipo de relación con el expolítico. En cambio, sigue prefiriendo evitar los micrófonos, como demostró al ser abordado por los periodistas a su llegada al aeropuerto de Madrid unos días después: “Otra vez molestando a la gente, ¿de verdad?”, inquirió a los medios, “¡que nunca hablo!”. Guardar (o intentar guardar) silencio sobre su vida privada, eso sí es algo en lo que coincide con su expareja.
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