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La bronca entre Britney Spears y Victor Wembanyama: un agarrón, una bofetada y un guardia de seguridad

El miércoles por la noche en Las Vegas, la princesa del pop quiso saludar a la estrella del baloncesto en un restaurante, pero el equipo de seguridad del deportista le respondió de forma bronca. Las versiones de ambas partes se contradicen

cantante Britney Spears; a la derecha, el jugador de San Antonio Spurs, Victor Wembanyama.
A la izquierda, la cantante Britney Spears; a la derecha, el jugador de San Antonio Spurs, Victor Wembanyama.Chris Pizzello/Eric Gay (AP)
María Porcel
Los Ángeles -

Cuando parecía que todo estaba tranquilo en la vida de Britney Spears, con unos meses de calma y cierta discreción en las redes sociales después de un año y medio de libertad y broncas contra la mitad de su familia (padre, madre, hermana; nadie se libra), todo vuelve al caos. Y ahora, no solo ella ni la sangre de su sangre son los protagonistas. A lo largo del jueves se han ido sabiendo distintas versiones de un encontronazo que tuvo la noche del miércoles la llamada princesa del pop, de 41 años, con Victor Wembanyama, el deportista francés de 19 años considerado la nueva estrella del baloncesto global, flamante jugador de la NBA y los San Antonio Spurs, en un local de Las Vegas. Una historia un tanto caótica pero de la que, con el paso de las horas, los protagonistas y sus allegados han dado sus versiones. Cómo no, con matices muy distintos.

La última en hablar, la tarde del jueves, fue la policía de Las Vegas, que ha dado detalles de algunos de los hechos, confirmados por los portavoces del departamento de la policía metropolitana de la ciudad de Nevada. Tal y como han contado a diferentes medios, alrededor de las once de la noche del miércoles, “los oficiales respondieron a [el aviso de] una propiedad en el número 3700 de Las Vegas Boulevard con respecto a una investigación por agresión”. Es decir, en pleno centro de la ciudad. Al parecer, y como cuentan los medios estadounidenses, el incidente se ocasionó en el restaurante Catch, situado en el lujoso hotel con casino Aria, donde cenaba el deportista y al que llegó la cantante junto a su esposo, Sam Asghari, y dos acompañantes. Entonces Spears divisó a la nueva estrella que es Wembanyama y se acercó para saludarle y expresarle su admiración, incluso para hacerse una foto con él.

Fue en ese momento cuando un guardia de seguridad se dirigió bruscamente a la artista para evitar que se acercara al francés, tanto que llegó a darle una bofetada. Un testigo ha contado al tabloide TMZ, primer medio en recogerlo, que las gafas de Spears volaron de su cara y se estrellaron contra el suelo, siempre según ese medio, que asegura que ella exclamó poco después: “Joder, esto es América”. El viernes, además, portavoces del mismo departamento desvelaron que “no se presentarán cargos contra” el guardaespaldas, como ha dado a conocer el medio Page Six, que también afirma que el guardia en cuestión era el jefe de seguridad de los Spurs, Damian Smith.

Tras el incidente, Spears y sus acompañantes se sentaron en la mesa. Ahí, las versiones varían. Inicialmente, TMZ explicaba que el guardia de seguridad de Wembanyama se acercó hasta ellos y pidió disculpas, que la cantante aceptó. “Cuando te sabes invadido por los fans... ya sabes cómo es”, le dijo él, que, al parecer, no la reconoció en un primer momento. Sin embargo, ella tiene una versión distinta y asegura que nunca ha recibido esas disculpas y que, de hecho, las está esperando.

El primero en hablar ha sido Sam Asghari, marido de la cantante, que ha afirmado en un mensaje en sus historias de Instagram: “Me opongo a la violencia en todas sus formas, especialmente si no hay una justificación por tener que defenderte a ti mismo o a alguien que no puede. La autodefensa puede ser inevitable, pero la defensa de cualquier mujer, especialmente de mi mujer, no es discutible. Considero que mi reacción responde a lo ocurrido, y espero que el hombre en cuestión aprenda una lección y vea su falta de respeto a las mujeres. Gracias por el apoyo”.

En un segundo mensaje, que borró un par de horas después: “El comportamiento violento y fuera de control por parte de un guardia de seguridad no puede arrojar sombras sobre los méritos de un gran joven al alza”, afirmaba, arrobando el perfil de Wembanyama. “La culpa debe recaer en el cobarde que hizo esto, en la gente que lo contrató sin una investigación adecuada y en una cultura sistemática de desprecio por las mujeres del mundo del deporte y el entretenimiento. No me puedo imaginar un escenario en el que una fan desarmada expresando cualquier tipo de emoción o aprecio por una celebridad pueda llegar a ser atacada físicamente, y mucho menos pegarle en la cara por tocarle a alguien en el hombro. Se necesitan cambios desde arriba, los espero”.

Poco después ha sido el propio Wemba, como se le conoce popularmente, quien ha explicado los hechos ante un canal de televisión de deportes estadounidense. En sus declaraciones, el considerado segundo jugador más alto de la NBA ha contado que recibió la instrucción de caminar sin pararse para evitar así una escena caótica, porque había varios fans que querían saludarle y fotografiarse con él. “No vi lo que pasó porque iba caminando hacia delante y me dijeron: ‘No pares’. Pero esa persona me agarró por detrás, no me tocó el hombro, me agarró por detrás, y la seguridad la alejó”, ha afirmado. “No sé con cuánta fuerza, la verdad. Pero la seguridad la echó fuera. No me paré para poder llegar y disfrutar de una cena agradable”, ha asegurado Wembanyama, que también ha afirmado que hasta “un par de horas después” no supo que esa mujer era Britney Spears, porque nunca le vio la cara. “Al principio fue como: ‘Estáis de broma’, pero sí, resulta que era Britney Spears”.

La última en dar su versión de los hechos ha sido la cantante, también a través de su perfil de redes sociales, donde ha publicado una carta. “Las experiencias traumáticas no son nuevas para mí”, arranca, pero asegura que no estaba “preparada para lo que pasó anoche”. Explica que reconoció a “un atleta”, sin dar su nombre, en el lobby del hotel cuando se dirigía a cenar, y que en otro alojamiento lo encontró otra vez, ya sí cenando. “Decidí aproximarme a él y felicitarle por sus éxitos. Era realmente alto [Wembanyama mide casi 2,23 metros], así que le toqué en el hombro para llamar su atención. Soy consciente de las declaraciones del jugador cuando dice que le ‘agarré por detrás’, pero simplemente le toqué el hombro. Su guardia de seguridad me pegó en la cara sin mirar atrás, frente a una multitud. Casi derribándome y tirándome las gafas”. Tras describir los hechos desde su punto de vista, Spears continúa: “Los fans vienen hacia mí todo el rato. Incluso esa noche. Se me acercaron un grupo de unos 20 fans. Mi equipo de seguridad no le pegó a ninguno”.

“Me da mucha vergüenza compartir esta historia con el mundo, pero ya está ahí afuera. De todos modos, pienso que es importante compartirla y urgir a la gente que está en el ojo público a ser ejemplo y a tratar a todo el mundo con respeto”, reflexiona la cantante. “Hay mucha violencia física en este mundo, a menudo tras puertas cerradas. Estoy al lado de todas las víctimas y mi corazón está con vosotros. Todavía espero una disculpa pública del jugador, de su equipo de seguridad o de la organización. Espero que lo hagan...”, asegura. “Tampoco creo que este sea un asunto de burla. Ver al jugador sonreír y reírse fue cruel y desmoralizante con lo que estaba pasando. Y él mide 2,24 (sic) y yo 1,60...”.

Para finalizar, o al menos por el momento, la cantante da las gracias por las “enormes muestras de amor y apoyo” recibidas en estas horas, y también agradece “al departamento de policía de Las Vegas y a los investigadores su apoyo”. Se desconoce si Wembanyama hará alguna otra declaración o gesto hacia la cantante, pero está en el foco mediático, en todo caso. Porque precisamente este viernes, y de nuevo en la ciudad de Las Vegas, tendrá lugar su debut tanto con los San Antonio Spurs como en la NBA. Los micrófonos le recibirán en su primer partido para preguntarle sobre su papel como pívot, pero, algo que el llamado nuevo LeBron James probablemente no esperaba, también sobre la princesa del pop estadounidense.

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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.

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