La esposa de Bruce Willis ruega a los paparazis que dejen de perseguirle y gritarle porque ponen en peligro su seguridad

Hace casi un año que el actor Bruce Willis anunció que daba un paso atrás en el mundo de la interpretación. Como contó su familia en su nombre a finales de marzo de 2022, el protagonista de La jungla de cristal sufría afasia, una enfermedad neuronal que le afectaba al habla. Tras meses en los que pasó desapercibido, hace un par de semanas, a mediados del pasado mes de febrero, su esposa e hijas volvieron a emitir otro comunicado: el actor, de 67 años, padece una demencia frontotemporal para la que, por el momento, no hay tratamiento. Lo que intentó ser una explicación de por qué la estrella de Hollywood vive apartada del mundo, y un modo de mantenerle a él alejado de los focos, se ha convertido en todo lo contrario: en una persecución constante al actor por parte de fotógrafos e informadores por las colinas de Los Ángeles. Una situación tan incómoda que la esposa de Bruce Willis, Emma Heming, ha dicho basta.

Heming, exmodelo de 44 años, ha colgado un vídeo en su perfil de Instagram (donde acumula más de 624.000 seguidores) para explicar la situación de quien es su marido desde hace casi 15 años y, especialmente, para pedirles a los paparazis que por favor “guarden las distancias” con el actor. “Si eres alguien que cuida a una persona con demencia sabrás lo difícil y estresante que puede ser sacar a alguien ahí fuera y ayudarle a moverse con seguridad, aunque sea para ir a por un café”, afirman Heming en su vídeo, donde se la ve en la cocina de su casa, en pijama. La exmodelo hacía así referencia a un incidente reciente, en el que se pudo ver a Willis con unos amigos tomando un café en Santa Mónica (junto a Los Ángeles), y donde ciertos fotógrafos trataron de acercarse al actor para hablar con él.

“Está claro que hace falta echar mano de toda la educación posible”, relata Heming, seria, en el vídeo que colgó el domingo. “Así que esto va por los fotógrafos y los cámaras de vídeo que están intentando conseguir exclusivas de mi marido por todas partes. Mantened las distancias”. “Sé que es vuestro trabajo”, reconoce, “pero deberíais manteneros a cierta distancia. Por favor, no le gritéis a mi marido preguntándole qué hace, o lo que sea. Los ‘eeeoooo’ y los ‘yihaaa’... no lo hagáis. Dadle su espacio. Permitid que nuestra familia, o quienquiera que esté con él ese día, puedan llevarle de un sitio a otro con seguridad”.

Willis y Heming, británica nacida en Malta, se casaron en 2009 y, en este año en el que el actor ha hecho pública su enfermedad, ella se ha convertido en la portavoz familiar. La pareja tiene dos hijas, Mabel Ray (a punto de cumplir 11 años) y Evelyn Penn (de ocho), y guarda una excelente relación tanto con Demi Moore, primera esposa del intérprete, como con las tres hijas mayores de este: Rumer (de 34 años, que ahora está embarazada, por lo que en un par de meses hará abuelos por primera vez tanto a Willis como a Moore), Scout, de 31, y Tallullah, de 29. De hecho, han sido las siete quienes han firmado los comunicados conjuntos para dar a conocer la enfermedad de Willis y su evolución. De hecho, han firmado los comunicados como “ladies of Willis/Moore” (las señoritas Willis/Moore).

“Este momento supone un auténtico desafío para nuestra familia y estamos muy agradecidos por el constante amor, compasión y apoyo. Como Bruce siempre dice, ‘Vívelo’, y juntos planeamos hacer precisamente eso”, contaron la esposa, exesposa y cinco hijas de Willis el año pasado en ese comunicado conjunto que provocó una oleada de cariño y reconocimiento hacia un actor con una carrera de más de cuatro décadas. Heming fue la primera en colgar imágenes del intérprete de El sexto sentido tras el diagnóstico, en las que se les veía juntos en el campo. También fue Heming quien explicó, hace solo tres semanas, que la afasia y las dificultades del habla era solo uno de los síntomas de la enfermedad que padece, demencia. “Aunque resulta muy doloroso, es un alivio tener finalmente un diagnóstico claro”.

02:14

Bruces Willis en ocho frases y una despedida