Taylor Swift quiere ser directora de cine, pero sufre el ‘síndrome del impostor’
La cantante estadounidense ha hablado de cómo se decidió a dirigir algunos de sus videoclips, una experiencia por la que ha cosechado premios y buenas críticas y tras la que se plantea “escribir y dirigir un largometraje”
Taylor Swift es una de las artistas más reconocidas del planeta, pero eso no impide que tenga sus inseguridades. A sus 32 años, la de Pensilvania ha vendido más de 50 millones de discos, tiene decenas de éxitos planetarios. Ha ganado 11 premios Grammy y suma un total de 42 nominaciones. Sin embargo, hay facetas artísticas de su vida para las que se siente menos preparada y en las que quiere empezar a trabajar. Tal y como ha explicado ella misma en el festival de cine de Tribeca, celebrado estos días en Nueva York, le gustaría ser directora de cine.
Swift ya ha hecho sus pinitos al respecto. El agosto pasado se convirtió en la primera mujer en ganar el premio a Mejor Dirección en los MTV VMA’s por su videoclip The Man. En él reflexionaba sobre las dificultades para hacerse valer en el competitivo mundo de la música siendo una mujer. Unas dificultades, cabe pensar, que son extrapolables al mundo del cine. De hecho la artista ha explicado que está intentando superar sus inseguridades como directora de vídeos musicales. “Creo que tenía el síndrome del impostor en mi cabeza diciendo: ‘No, tú no haces eso. Eso lo hacen otras personas que estudiaron para esto’”, confesó.
Sin embargo, la artista venció sus miedos de forma progresiva. Su experiencia detrás de las cámaras empezó hace 10 años, aconsejando y dando su opinión a los directores de sus videoclips. “Siempre fui muy curiosa. Siempre estaba buscando, aprendiendo y tratando de absorber todo lo que pudiera”, explicó. “Al principio de mi carrera, empecé a editar los vídeos musicales y a hacer cambios”. Después empezó a conceptualizar sus vídeos para pasarle después la idea a un director experimentado. Hasta que, en 2019, se enfrentó al rodaje de The Man sin ningún candidato potencial disponible. “Todas mis directoras favoritas estaban reservadas y ocupadas, lo cual es genial”, explicó. Así que decidió sentarse ella misma en la silla de directora. La experiencia no pudo ser más positiva. Swift dio estas declaraciones precisamente durante la promoción de su último videoclip.
All Too Well: The Short Film es un corto de 13 minutos protagonizado por Sadie Sink, de actualidad estos días por su regreso a la serie Stranger Things, y el actor de Teen Wolf, Dylan O’Brien. El vídeo, escrito y dirigido por Swift, fue lanzado el pasado noviembre, cosechando buenas críticas. Sirve de presentación de una canción que fue regrabada el pasado año, pero que se lanzó en 2012, en el cuarto álbum de estudio de la cantante, Red. Swift se encuentra en la actualidad regrabando los primeros álbumes de su carrera, sobre los que perdió sus derechos en 2018 al cambiar de productora. Regrabarlos es su forma de recuperar el control sobre su obra. Además, en esa canción la cantante da pistas sobre cómo fue su relación con el actor Jake Gyllenhaal hace una década, algo que, cuando se relanzó el tema el pasado noviembre, hizo correr ríos de tinta.
Swift lleva años delante y detrás de las cámaras, sin embargo, tuvo que superar sus dudas antes de considerarse oficialmente directora. Ahora que parece haberlo conseguido, quiere lanzarse a retos más grandes y saltar de los videoclips al mundo del cine. “Sería fantástico escribir y dirigir un largometraje”, explicó, añadiendo que abordaría el proyecto de la misma manera que se ha enfrentado en los cortometrajes: “No lo veo más grande en términos de escala. Me encantó hacer una película tan íntima con un equipo relativamente pequeño, solo un grupo de personas en las que confiaba”.
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